Además de contribuir a la consecución de una importante victoria de los suyos, el primer ‘hat-trick’ de la carrera de Negredo, sirvió para aupar al vallecano hasta la cabeza del Trofeo Telmo Zarra, que premia a los máximos goleadores nacionales.
En total, son 13 goles los que le permiten liderar la tabla empatado con Soldado y vigilado de cerca por Aduriz y Rubén Castro (ambos con 12 tantos). Se prevé un final estrecho en esta particular clasificación, que Negredo ya encabezó en la temporada 2010-2011, cuando anotó 20 goles con el Sevilla, su mejor registro como profesional.
Unos registros que le han permitido convertirse en el noveno máximo goleador de la historia del Sevilla con 74 goles, consiguiendo adentrarse en la historia de una entidad centenaria como el Sevilla.
Con el triplete de este lunes, el ariete madrileño cuajó, en lo que a goles se refiere, la mejor actuación de su trayectoria, después de tres jornadas sin marcar y en un momento crítico, justo cuando su rendimiento estaba más cuestionado por la grada. Pese a besar el brazalete de capitán el primero de los goles con que acribilló al Celta, Negredo exhibió un talante demasiado serio en cada una de las celebraciones, en lo que podría ser una muestra de su reciente descontento.
Tras esta brillante actuación, el vallecano encara el final de temporada repleto de moral y en forma para acompañar con goles los cada vez más incisivos ataques de su equipo, unos tantos que pueden reconciliarlo con la afición; y además del Trofeo Zarra, acarrearle la convocatoria con España para la Copa Confederaciones, lo que sería un nuevo logro en la dilatada trayectoria de Negredo.