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Negredo y Rakitic, saldando la deuda de Vallecas, dan el triunfo a un Sevilla mandón que fue superior al Dépor, aunque tuvo que esperar hasta el último cuarto de hora para sentenciar el choque.

El Sevilla refrendó en Riazor que esta temporara quiere que cuenten con él. En un partido serio, en el que siempre fue superior a su rival, con las ideas claras y ocasiones de sobra se llevó los tres puntos, sumño su primera victoria a domicilio y se encaramó en las posiciones más nobles de la tabla.

Por poner algún pero, debió el equipo de Míchel sentenciar la cita gallega mucho antes, pero bien está lo que bien acaba y ahora mismo lo que nadie puede discutir son los once puntos que atesoran los sevillistas después de haber batido a un rival que no conocía la derrota y que no perdía en casa desde hace un año.

El Sevilla hizo una primera parte esperanzadora. Incompleta, pero dejando sello de que quería ganar el partido. Serio en defensa, incisivo en ataque, con un centro del campo mandón, sólo las pérdidas no forzadas le impedían ser el sueño y señor del partido.

El equipo de Míchel llegaba con decisión al área rival, con jugadas trenzadas ante un Depor esperando salir a la contra, y lo cierto es que tuvo ocasiones para adelantarse en el marcador. Navas, pese a estar irregular, siempre tiene peligro en sus botas y un disparo suyo se estrelló en plena cruceta.

El Dépor solo creó peligro en esta fase cuiando el Sevilla perdía la pelota en pases sin peligro. Pero los centrales andaban serios atrás, atentos, por lo que Palop apenas pasó apuros. El ejemplo de lo que hacía bien el Sevilla, pero no perfecto, fue una jugada en la que el balón lo pasaron los sevillistas de esquina a esquina del área sin que el Depor la oliera, pero que finalizó con un flojo disparo de Medel.

En la segunda mitad el Sevillas siguió ambicioso, con las ideas claras, tratando de llevar el peso del partido y consiguiéndolo. Sólo faltaba ya el gol. Una acción de Navas con pase de la muerte hacia atrás con tres jugtadores del Sevilla, Negredo, Rakitic y Medel, simbolizaba la desesperación del equipo, pues el ablón no encontró rematador franco. Era desesperación, pero también convicción en que ese debía ser el camino.

El paso de los minutos dio si cabe mayor consintencia a los sevillistas, cada vez con las ideas más claras. Mientras el Depor a duras penas de acercaba al área rival el Sevilla mostraba su buen hacer con el balón. Así  se llegó a la media hora de la segunda mitad. Un balón robado entre Navarro y Spahic permitió al bosnio sacar el balón jugado. Pasado el centro del campo la cedió en ventaja a Rakitic, que abrío a la derecha a Navas. Cicinho dobló al palaciego y recibió de éste el balón para ponerla al segundo palo, donde por fin Negredo encontró lo que buscaba. Su gol.

El partido ya tenía un justo candidato a la victoria, triunfo que se certificó en una  jugada absurda de la defensa del Depor. Rakitic molestó a Aranzubía en su despeje y no sólo se llevó el balonazo del portero vasco, sino el gol. Habían marcado los dos jugadores que fallaronl os penaltis de Vallecas.

Crónica facilitada por el Sevilla FC.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...