El Sevilla perdió el partido en la segunda parte/Sevilla FC

El Sevilla perdió su gran oportunidad de engancharse al sueño de la Champions, después de comenzar ganando y jugando mejor que un Getafe que pasó por encima de los nervionenses.

El Sevilla recibió el correctivo más abultado en lo que va de campeonato, apenas previsible en el inicio del choque y tal vez excesivo en la dureza, por más que al fin y al cabo el Getafe simplemente se aprovechara de los errores concatenados que cometió el equipo de Míchel en la segunda parte.

Tiene difícil explicación el desarrollo del choque, porque los sevillistas, muy metidos en el comienzo, se adelantaron y tuvieron oportunidad de poner el encuentro en suerte, quedando muy tocados con el empate, que llegó justo cuando mejor jugaban, y derrumbados con el segundo de los locales. A partir de ahí todo fue un desastre colectivo, el equipo perdió pie y se hundió, logrando el Getafe  una inverosímil goleada, al que le bastó con ir al ataque, ante un rival desaparecido.

Con la primera media hora de juego cumplida, pensar en un marcador de escándalo a favor de los locales era pensar demasiado. El Sevilla, que salió al campo tomando el protagonismo, en la primera media hora había desarbolado el entramado defensivo local y ganaba 0-1, con un auténtico golazo de chilena de Negredo, que hizo bueno un magnífico servicio de Trochowski.

Los de Míchel, con ventaja en el marcador, incluso pudieron aumentar las diferencias, porque ocasiones claras tuvieron saliendo a la contra, pero no supieron aprovecharse del bajón de ánimo local.

Sin embargo, la situación viró en una jugada aislada, concretamente tras el bote de un córner, que acabó en una jugada trastabillada y en un remate oportuno de Torres. El empate fulminó al Sevilla, que rebajó su dominio de ahí al descanso.

El intermedio debería haber enfriado las emociones, pero no fue así. Porque nada más arrancar un latigazo de Lacen puso el segundo de los locales en el marcador.

El jarro de agua helada, mucho más que fría sin duda, desdibujó a los sevillistas, que no supieron reaccionar y desaparecieron por completo. Míchel movió el banquillo, sacando a Babá por Fernando Navarro y retrasando a Luna al lateral.

El cambio de fichas no varió la historia, que de hecho se volvió cruel a partir del minuto 63, cuando Miku logró el tercero, desencadenando una tormenta de golpes desgraciados que deshilaron las costuras visitantes, debido a dos nuevos goles, de Pedro López y Miku de nuevo.

Con ese panorama, el último cuarto de hora fue un trámite, muy doloroso en el caso sevillista, pues el conjunto hispalense veía como se le había vuelto en contra de forma atroz un partido que comenzó muy bien.

Da la sensación que si la jugada del primer gol no hubiera ocurrido, el guión del choque hubiera sido bien distinto. Pero en el fútbol todo y más sucede y la realidad es que lo que le faltó a los de Míchel fue firmeza para levantarse ante los dos primeros golpes de un Getafe que, todo hay que decirlo, tuvo una de esas noches en las que salen incluso las cosas que no se intentan.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...