Sevilla - Villareal / Sevilla FC
Después de mucho remar para empatar el tempranero gol de Albiol, un error propició el 1-2 con el que el Villarreal penaliza a un Sevilla falto de frescura y que no encontró respuestas en la segunda mitad

Así son las dinámicas del fútbol. Después dos meses y medio sin conocer la derrota, el Sevilla FC consumó este domingo su segundo marcador adverso consecutivo tras caer el jueves en un intrascendente duelo europeo en Chipre. La falta de precisión en los inicios y el gol de Albiol obligaron al equipo a ir a contracorriente durante muchos minutos, hasta que Munir puso las tablas con un buen disparo a pase de Reguilón. Pero el Villarreal, que acumulaba seis jornadas sin ganar, volvió a golpear por medio de Ekambi y ahí ya fue imposible volver a reaccionar.

No estuvo cómodo el Sevilla desde el inicio, con un Villarreal que salió con las ideas claras y que con pocos toques conseguía acercarse por los dominios de Vaclík. Gerard Moreno tras jugada personal y Quintillà pudieron hacer el primero, aunque antes de eso Munir pudo mandar dentro un balón suelto que atrapó Sergio Asenjo. El Villarreal se envalentonaba, pero nada hacía presagiar que el marcador pudiese abrirse tan pronto. Fue a balón parado, con un córner que tras tocar en De Jong, deparó un balón muerto que remachó Raúl Albiol. Golpe para un Sevilla obligado a espabilar para reaccionar lo antes posible. Y aunque la respuesta no fue inmediata, lo cierto es que el Sevilla no tardó en hacerse con la manija.

El Villarreal apenas volvió a acercarse gracias a un tiro lejano de Moi Gómez que pasó cerca del palo izquierdo de Vaclík, pero el monopolio del dominio territorial fue sevillista. Quizás la más clara la tuvo Banega, que le pegó con fuerza al primer palo cuando todo el Villarreal esperaba el centro. Asenjo estuvo atento para mandar a córner y a partir de ahí se limitó a ver como sus defensas, casi siempre, ganaban la partida ante los numerosos centros puestos al área por ambos flancos. Tanto Navas como Reguilón -e incluso el propio Banega caído a banda- buscaban a un De Jong al que le costaba imponerse en el cuerpo a cuerpo ante la zaga amarilla.

Iba a reaccionar el Sevilla en el segundo tiempo, aunque en el arranque del segundo acto seguía saliendo el plan de un Villarreal fiel a sus principios. Intentaban salir los de Calleja con la velocidad de sus hombres de arriba en cuanto los de Lopetegui cometían cualquier mínimo error en la zona de creación. Un remate cruzado de Reguilón iba a llevar el uy’ a las gradas pero el balón salía a córner rozando el poste, aunque poco después era Gerard Moreno quien perdonaba en el mano a mano ante un Vaclík que no se venció para acabar atrapando sin problemas. Lopetegui movió el banquillo y dio entrada a Chicharito por un De Jong sin fortuna y lo cierto es que el partido cambió de semblante.

Los numerosos centros aéreos sin réditos dieron paso a balones en raso y el dibujo cambió con Munir más cerca del área rival. Poco después y tras una dejada atrás de Reguilón, el hispano-marroquí iba a encontrar el premio con un disparo potente imposible para Asenjo. Tanto remar daba resultado con media hora por delante y un panorama del todo optimista, pero cuando lo más difícil parecía hecho, un error defensivo iba a desembocar en el jarro de agua más fría posible para los nervionenses. Llegada amarilla y balón de Trigueros para el recién salido Ekambi, que llega en el segundo palo con todo a favor para volver a adelantar a su equipo.

El míster dio entrada a Jordán y Dabbur por Banega y Óliver, pero no hubo una segunda oportunidad para reconducir la situación y el equipo vuelve a caer en casa desde que lo hiciera en el Bernabéu en los albores de la temporada. Se consume el colchón con respecto a los perseguidores y ahora toca afrontar una doble cita antes del parón navideño. El miércoles en Riazor, estreno en la novedosa Copa del Rey ante el Bergantiños FC, para acabar 2019 el sábado en Son Moix ante el RCD Mallorca.