Los nervionenses se sobrepusieron con soltura al tempranero gol de Oyazábal y le dieron la vuelta al marcador, que acortó Portu en los minutos finales sin poner en riesgo la victoria

Fútbol es fútbol, que diría aquel; y el Sevilla FC, después de dejar escapar la victoria en Eibar, regresaba al Sánchez-Pizjuán en busca de lograr el primer triunfo ante su afición. El tanto de Oyarzábal recién iniciado el choque no invitaba al optimismo, pero un derroche de fútbol, acompañado de la energía y la eficacia necesaria, concluían con los hispalenses con 13 puntos en la tabla derrotando por 3-2 a una Real Sociedad que se vio superada desde que se puso por delante.

El encuentro no pudo comenzar de peor forma para los intereses de los blanquirrojos, pues apenas transcurridos tres minutos de juego, una pérdida de Reguilón en su lateral propició una gran asistencia de Januzaj para Oyarzábal, que llegaba libre de marca por el costado izquierdo y batía a Vaclík con el Sevilla en transición defensiva. Tocaba volver a sacar de centro con el choque recién empezado.

El gol donostiarra, lejos de impacientar a los de Lopetegui e incomodarlos sobre el césped, rearmó la moral nervionense y el Sevilla comenzó a desplegar su juego ofensivo por bandas y dominando el balón en el centro del campo, que recuperaba muy rápido cuando la Real Sociedad disponía de ella. Pese a las llegadas de Ocampos y Nolito por sus respectivos extremos, los locales no lograban poner en demasiados apuros a Moyá.

Sin embargo, recién pasado el minuto del cántico en la grada por Antonio Puerta, Banega filtraba un maravilloso pase entre toda la zaga donostiarra para que Nolito, en un remate de la misma calidad, la pusiese cruzada con pierna derecha lejos del alcance del arquero mallorquín, logrando la igualada que ya merecían los hispalenses. El Sevilla empataba y seguía imponiendo su estilo de juego sobre el Sánchez-Pizjuán.

Hasta el descanso, los sevillistas continuaron volcados sobre la meta vasca, con oportunidades para haberse adelantado en el luminoso. Ocampos obligó a rechazar a córner a Moyá, como pudo, un tremendo pelotazo después de una acción individual por la derecha, mientras que Koundé remataba cerca del palo diestro del portero realista una jugada que había comenzado en córner.

Pero como si Arberola Rojas no hubiese decretado la marcha a los vestuarios, el Sevilla arrancaba la segunda mitad aún más fuerte de lo que terminó los primeros cuarenta y cinco minutos. Con este ímpetu, volcado sobre territorio donostiarra, le devolvía la moneda a la Real con su tempranero gol, y una acción cargada de fuerza y potencia, Ocampos, esta vez sí, no daba oportunidad a Moyá de rechazar su tremendo chut.

El Sevilla, perfectamente colocado sobre el césped, y ya dominando en el marcador, seguía insistiendo en su fútbol y en arrinconar a los de San Sebastián en su campo y no permitiéndoles estar cómodos bajo ninguna circunstancia. Pudo abrir más brecha en el luminoso Banega, quien ajustó demasiado un disparo raso desde la frontal del área que le dejó Fernando a placer.

Pero la Real Sociedad no había dicho su última palabra entre que los de Nervión buscaban la comodidad definitiva. Antes de un envenenado lanzamiento de Jordán sobre la madera de Moyá, Isak se plantaba en mano a mano ante Vaclík y la mandaba fuera, aunque posteriormente el juez de línea anuló la acción. Momentos después, Willian José erraba cerca de los dominios del checo, iniquietando la estabilidad del Sevilla.

Y llegó. Costó, pero llegó. Pozo, que debutaba en el Sánchez-Pizjuán y que estaba aportando unos minutos de mucha calidad desde su entrada, pisaba línea de fondo y ponía un centro que, tras un rechace en el área pequeña, Vázquez empujaba a placer para delirio de la grada blanquirroja y la felicidad de todo el equipo, que lograba poner la tierra de por medio que tanto llevaba buscando.

Sin embargo, aún quedaba guardar la alegría bajo llave y esperar a los tres que dio de descuento Arberola Rojas, pues Portu, a dos del reglamentario, cruzaba ante la salida de Vaclík y colocaba el 3-2 en el marcador. Pero Eibar no se repitió. Contuvo bien el Sevilla en las últimas acciones y dejó morir un partido que le otorga una victoria importantísima para volver a sumar de tres en tres en LaLiga después de las derrotas frente a Real Madrid y Eibar.

Los de Julen Lopetegui recibirán este jueves al Apoel de Nicosia en la jornada 2 de la fase de grupos de la UEFA Europa League, a partir de las 21.00 horas.