Ocurrió la tragedia. El Sevilla no logró el pase a Europa League, y los aficionados se llevaron la primera gran decepción de la temporada. Su equipo no jugará competición europea este año.
La entidad de Nervión se veía venir el desastre y tiró de la afición para buscar la heroica. A la campaña en la que pedían dejarse la garganta se unieron la “banderada“ de los minutos previos y la reproducción del gol de Antonio Puerta en el videomarcador. Pistas de que el no pasar sería una hecatombe, teniendo en cuenta que se llamaba a hacer caldera para entrar en Europa League, y no para pasar a una final como sí sucedió el día del gol del leyenda del Eterno 16.
El Sevilla salió a por todas ante el Hannover 96, creando peligro en el área rival desde los primeros minutos, con dos ocasiones de Kanouté. En el 11“ Negredo centra a la frontal desde la cal, aunque su balón no encuentra rematador. Hasta tres veces seguidas en el 16“ tiran los blanquirrojos a portería. Había ritmo, el gol estaba por venir, el Sevilla lo buscaba.
Como un jarro de agua fría, pues, sentó que quienes marcaran fueran los alemanes. Abdellaoue, el autor del tanto, superó a la defensa y a Palop, dejando aún más claro que la zaga sevillista necesita una reconversión.
Los de Marcelino no se vinieron abajo y continuaron buscándola. En el minuto 28, Negredo obliga a Zieler a meter el guante en un tiro alto; en el 30, Kanouté controla con el pecho un pase de Navas y, bien posicionado, tira a portería para que el atrape el portero del Hannover en otra gran intervención.
Así hasta que llegó el gol. Desde la zona ancha, Trochowski (gran partido del alemán) abre para Perotti con un gran pase y este la centra al área, para que un defensa rival, Pogatetz, tratando de impedir que llegase Negredo, la cuela en la portería. Poco después, el partido se iba al descanso con la sensación de que, si los locales seguían así, igualar la eliminatoria era posible.
En la segunda parte, el Sevilla continuó sin darse por vencido, aunque sin puntería ni acierto de cara al gol. Y eso que el Hannover se había hecho a un lado por completo. Sus jugadores no querían el balón, y, en sus ocasiones, perdonaban constantemente. Hasta el árbitro estuvo del lado sevillista, pues no pitó un claro penalti de Andrés Palop. Ni por esas, el Sevilla no empató.
Sobre el césped del Pizjuán quedó, a destacar, Fazio en la delantera. Ni central, ni mediocentro. Delantero. ¿A quién más si no podía sacar Marcelino? Que hacen faltan jugadores arriba es, pues, una conclusión de la que la planta noble habrá de tomar esta noche. Se terminó ya el tiempo de lamentos.
Si el análisis se hiciese a partido único, podríamos estar hablando de lo injusto que fue. Pero en una eliminatoria como esta, que tiene su precedente, se miran los, de nuevo, errores defensivos, que ponen la vista en una zaga que necesita a alguien. Claro que si no era posible antes, vaya usted a saber porqué, ahora, sin Europa League…