Imagen: Sevilla FC

El conjunto nervionense cierra un año complicado con dos goles de Negredo y uno más de Kanoué que le sirven para darle el triunfo al Sevilla en Cornellá.

El Sevilla fue fiel a su sello de la temporada. Necesitó de tres goles para batir al Espanyol y sufrió mucho más de lo debido para conseguir un triunfo que, dados otros marcadores, le fue absolutamente necesario para concluir quinto en la temporada y evitar jugar una ronda más de la Europa League. La eficacia de Negredo ante el gol -siete goles en los últimos cuatro partidos- y el compromiso de Kanouté con su Sevilla simbolizaron el triunfo sevillista, que pese a llegar al descanso 0-2 y ponerse 1-3 a falta de poco más de 20 minutos nunca nuvo el partido controlado como para decir que seguro iba a ganarlo.

Negredo ha acabado la Liga inconmensurable. 20 tantos en Liga le hacen ser el mejor goleador nacional, y eso que otra vez dio en el palo, y han sido… Kanouté, sin hacer un gran alarde, estuvo ahí, metido, comprometido, y tuvo su gol para poder dedicárselo a su padre. Arriba este Sevilla ha estado a la altura y ha sido el cuarto equipo más goleador de la competición. Pero al conjunto volvió a faltarle consistencia en el sistema defensivo, lo que le llevó a sufrir hasta el final. Luis Alberto debutó en la Liga y dejó detalles, aunque no apareció demasiado. 

Lo mejor del primer tiempo fue, sin duda, el arranque y el epílogo. El Sevilla llegó y besó el Santo al filo del minuto dos, cuando Negredo lanzó un zambombazo desde fuera del área que batió a Christian.

Pero el gol no amilanó al rival, más bien al contrario. En un ambiente de lamentos en la grada pero de apoyo a sus jugadores, el Espanyol llegó a atosigar al Sevilla por momentos, pero para fortuna de Varas, con poca puntería.

Al Sevilla le costaba amarrar a los puntas periquitos, que buscaban siempre la espalda de la zaga nervionense, mientras en el centro del campo costaba controlar el partido. Pero con llegando al final del primer periodo el Sevilla se rehizo y volvió a asustar al Espanyol.  Kanouté, al que un silbato desde la grada dejó sin un contragolpe franco minutos antes, a punto estuvo de dar el pase de la muerte para que Alfaro hiciera el segundo, pero éste llegó en el descuento de la primera mitad cuando una preciosa combinación en la que sobresalió la acción de Luis Alberto permitió a Kanouté hacer el segundo tanto. Lo dedicó, como no podía ser de otra manera, a su padre, por el que los futbolistas sevillistas usaron brazalete negro.

En la segunda mitad, el Sevilla debió matar el partido pero, lejos de eso, dejó que un simple saque de banda se convirtiera en el primer gol del Espanyol. Osvaldo, un tipo con una colección de movimientos impresionante, acortó distancias y el Espanyol, que aunque no se jugaba nada siempre tuvo intensidad, se metió en el partido.

Pero el Sevilla estaba matador arriba y un pase de Cáceres a lo Dani Alves lo remató Negredo como lo haría un jugador de los muy caros, como lo es él ya, con una volea que casi rompe la red. Era el momento de matar definitivamente el partido, pero este Sevilla 10/11 iba a ser fiel a su guión y una pérdida de balón tonta dejaba otra vez al Espanyol a un gol.

Afortunadamente el Sevilla esta vez no se dejó marcar en los últimos minutos y con ello llegaron tres puntos vitales para evitar jugar la tercera ronda de la Europa League, la que se disputa entre finales de julio y primeros de agosto. Evitar esta ronda era clave para una planificación más coherente de la pretemporada y se ha conseguido. La quinta es una plaza que debe verse como un logro para el Sevilla.

Fuente: Sevilla FC

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...