El Sevilla se despide del 2010 en el que, a pesar del título de Copa del Rey obtenido, se ha visto marcado por la mala racha deportiva del equipo que aún dura.

Pablo Pozuelo. Y eso que el año empezaba bien, superando nada menos que al Barça de Guardiola, que hasta entonces no había sido eliminado de ninguna competición. Los nervionenses, durante más de un mes, fueron subiendo escalones hasta clasificarse para la final de la Copa del Rey, llegar a los puestos altos de la tabla y a los octavos de la Champions. Pero la buena imagen no duró mucho.

La sorprendente eliminación ante el CSKA de Moscú supuso un jarro de agua fría que metió al equipo en una racha negativa que acabó con la destitución de Manolo Jiménez y su sustitución por Antonio Álvarez, otro hombre de la casa. A pesar de empezar con mal pie en su primer partido, supuso un cambio ya que el Sevilla pasó de estar en la zona Europa League a clasificarse ‘in extremis’ para la fase previa de la Champions League. Además, unos días después conseguiría su sexto título en cuatro años, otra Copa del Rey que luciría en las vitrinas del Sánchez Pizjuán y que se ganó ante un Atlético de Madrid que venía motivado tras ganar la UEFA. Sin duda, el mejor partido del año tanto por el juego del equipo como por lo conseguido.

Entre temporada y temporada, Jesús Navas junto a otros dos canteranos sevillistas (Sergio Ramos y Marchena) se proclamaban campeones del Mundo con la Selección Española, en el Mundial de Sudáfrica 2010, ante Holanda.

Comenzaba la temporada 2010/2011 con la renovación de Álvarez tras lograr el objetivo de la temporada y un título, razones de peso para seguir al mando. El Sevilla tenía en sus manos afianzarse como el tercer grande del país, pero los errores al fichar y vender serían, con toda seguridad, los que llevaron a un discreto papel en el Carranza, a hacer el ridículo en la Supercopa ante el Barça y en la previa de Champions ante el Sporting de Braga, perdiendo ambas eliminatorias. La del Braga fue sin duda la peor de todas deportiva y económicamente hablando, algo que aun se sigue arrastrando.

Se mostraban muchas carencias, especialmente en defensa y Antonio Álvarez no se libraría de estar en la cuerda floja hasta ser, finalmente, despedido tras perder con el Hércules. El nuevo entrenador sería ya alguien de fuera de la casa y con experiencia en Primera como la de Gregorio Manzano.

La primera semana para el jiennense fue redonda, con un par de victorias en la Europa League y Liga, pero dieron paso a una racha irregular con victorias en casa y derrotas a domicilio en la competición doméstica. La primera victoria a domicilio se hizo de rogar aunque fue acompañada de varios partidos con derrotas, uno de ellos ante el París Saint Germain. Esto haría que todo se decidiera en la última jornada ante el Borussia en el Pizjuán en el peor momento.

El equipo mostraba cada vez más sus carencias, especialmente en el centro del campo donde hacen falta nuevas caras como el comer. La defensa también sería uno de los mayores puntos débiles, eso sin contar la falta de ambición del equipo, que hizo hablar a los pesos pesados del vestuario, acarreando más criticas que apoyo.

Así se llegó a final de año, jugándose el cuello en la última semana. Tanto en Europa League como en Copa respondió el Sevilla. Sin embargo, en competición liguera ha dejado mucho que desear pues los partidos del mes se han contando por derrotas. La que sufrió ante el Madrid fue diferente pues el equipo mostró una considerable mejoría y, de manera injusta, acabó perdiendo.

¿Qué nos deparará este 2011? ¿Repetiremos celebración por algún título y/o clasificación para Europa? De momento, y si al final lo permiten la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y los juzgados, podría verse un buen estreno de año ante Osasuna y en la vuelta de Copa ante el Málaga. En cuanto a fichajes, es de sobra conocido que hay líneas que reforzar. Y en la Europa League habrá que descansar para medirse con garantías al Oporto a finales de febrero.

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