Importante victoria del Betis ante un Cádiz que, bien plantado sobre el terreno de juego, se mostró muy blando en los momentos claves del partido.
Ismael F. Cabeza. En tres minutos (del 36 al 39 de la primera mitad) Emaná y Caffa certificaron con goles una diferencia de calidad entre ambos conjuntos que hasta entonces no habían demostrado los locales en ningún momento. Es más, Ormazábal de libre directo y Enrique sólo ante Goitia pudieron poner por delante a los gaditanos. Pese a tocar bien la pelota, especialmente en los primeros veinte minutos de partido, los de Víctor Espárrago mostraron una endeblez ofensiva y defensiva (el portero, un amigo) que explican su mala situación clasificatoria.
El primer gol llegó como tenía que llegar. Balón suelto en el borde del área y zapatazo de Emaná (el mejor del Betis con diferencia cuando quiere, y ayer quiso). El segundo lo anotó minutos después Caffa de gol olímpico, dejando prácticamente visto para sentencia el encuentro.
La segunda mitad comenzó con vendaval verdiblanco. Los de Víctor Fernández salieron a comerse al rival y se sucedieron una tras otra varias ocasiones muy claras para haber ampliado la diferencia en el marcador. No obstante, fue en los minutos finales cuando el Betis sentenció definitivamente el partido. El Cádiz se estaba acercando con peligro pero un saque de esquina botado por Sergio García fue rematado de cabeza por Melli consiguiendo el tercer gol con la colaboración de un desafortunado Kike Casilla.
La guinda la puso el propio Sergio García, más voluntarioso que acertado hasta ese momento, Tras un gran pase de Capi se adelantó a Casilla y le batió de preciosa vaselina, subiendo el cuarto al marcador y cerrando el partido. Por el camino Caballero tuvo un par de ocasiones que no supo materializar para los visitantes, la primera con paradón de Goitia incluído.
Emaná. Este jugador, cuando quiere, es el mejor de la categoría a años luz del resto. Ayer corrió, robó, distribuyó, marcó y lo dio todo. Y cuando eso ocurre este Betis es casi imbatible. Todo es más fácil cuando Emaná está de verdad.
También es de justicia reconocer el gran fútbol desplegado por los verdiblancos a ratos. Los primeros veinte minutos de la segunda parte fueron para enmarcar. De haber mostrado una mayor eficacia ante la meta rival el Cádiz podría haberse marchado con un saco de goles mucho mayor del que se llevó.
Ese es el camino. La derrota del Hércules coloca a los béticos terceros (a la espera de lo que haga el Cartagena en el derbi matinal ante el Murcia) empatados con los alicantinos en el segundo puesto. Próxima parada: Vigo. Ante el Celta, equipo que conoce perfectamente Víctor Fernández, habrá que continuar con la senda victoriosa retomada ayer. Paso a paso, la primera división está en el horizonte y no hay que dejarla escapar.
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