Empate y gracias. El Betis no mereció el punto que se trajo anoche de la ciudad deportiva villarrealense. No obstante, un punto es un punto y quién sabe si al igual que sufrió el descenso por un gol este año podría ascender finalmente gracias a un punto como el cosechado ayer.
Ismael F. Cabeza. El cuadro de Víctor Fernández en ningún momento se sintió a gusto sobre el césped. Enfrente tuvieron a un grupo de chavales que trataban muy bien la pelota, combinaban y hacían buen fútbol, mientras los verdiblancos se limitaban a anular las acometidas amarillas saliendo a la contra gracias a la velocidad de Emana y de un anoche desacertado Jonathan Pereira. Dos goles anulados al comienzo del choque, uno a cada equipo, presagiaban un partido igualado pero fue el filial villarrealense el que se hizo merecedor en todo momento de la victoria, acumulando un buen número de ocasiones en el área de Goitia.
El partido pudo cambiar si Jonathan Pereira hubiera acertado con la portería tras un gran pase de Emaná con el 0-0 en el marcador. Tras regatearse al portero, en lugar de pisar la pelota para orientarse y buscar el gol a puerta vacía disparó con la izquierda con poco ángulo, enviando la bola al lateral de la red.
Poco más apareció el Betis. Una primera mitad nefasta dio paso a una segunda igual de mediocre. Jefferson Montero fue la estrella de los locales, hizo y deshizo a su antojo y bailó a los defensores béticos entrando desde la banda izquierda. Suyos fueron los dos tantos del Villarreal B, el primero con cierta fortuna tras un rechace y el segundo regateando a Melli como el que regatea a un poste de la luz.
El encuentro habría terminado con victoria local de no ser por Juan Pablo Caffa y la colaboración estelar del meta villarrealense Juan Carlos. El empate a uno fue obra de Emaná tras una gran asistencia del argentino y el propio Caffa lanzó ajustado al poste un libre directo sin aparente peligro que Juan Carlos pensó que iba fuera y finalmente entró en la portería tras tocar la madera.
Poco más que contar. Un punto y gracias. Mucho tendrá que mejorar el conjunto de Víctor Fernández para volver a puestos de ascenso. Jugando así no se sube a Primera División por muy bajo que sea el nivel de la categoría (que lo es). El próximo sábado llega a Heliópolis un necesitado Cádiz que medirá la capacidad de reacción de un equipo que tras una magnífica racha de cuatro victorias consecutivas ha vuelto a ofrecer su peor cara en los dos últimos encuentros. Ganar, ganar y ganar, no queda otra.
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