Antonio Tapia salvó los muebles en un partido aburrido en el que Carlos García anotó el único gol tras un corner. La afición silbó en todo momento a sus jugadores y a pesar de la victoria, muchos seguidores abandonaron el campo antes de tiempo. Con esta victoria, el Betis sube puestos en la clasificación.
Ángel Espínola. La primera parte del partido fue muy aburrida. El Betis comenzó dominando y teniendo las primeras ocasiones de gol. La titularidad de Pavone parecía darle otro aire al conjunto de Tapia. No obstante, fueron pasando los minutos y el gol no llegaba. La afición comenzaba a silbar a un equipo en horas bajas.
El Salamanca, por su parte, demostraba poco fútbol en el Ruiz de Lopera. Sólo el ex atlético Hugo Leal, dejaba toques de calidad en el césped. El partido era muy trabado hasta que llegaron los minutos finales.
Fue entonces cuando el Betis comenzó su debacle futbolística. La defensa comenzó a errar, como ya nos tiene habituados, y a dejar a los delanteros rivales la puerta vacía. Tal fue así en el disparo de Linares que se estrelló en el poste de Goitia. Para más desgracia, Juande tuvo que irse lesionado a dos minutos del descanso. Con el tiempo de asueto, la afición se desahogaba con gritos de «jugadores mercenarios».
En la segunda parte, el partido no cambió las tornas. El Betis salió sin vida al terreno de juego y los primeros instantes fueron de sufrimiento. Los minutos le fueron devolviendo un ligero dominio al equipo de Tapia, por medio de Pavone y Caffa. Tanto fue así que en el 56, un córner de Juan Pablo Caffa era aprovechado por Carlos García para poner el primero en el marcador.
El Salamanca no reaccionó y el equipo local jugaba ya con más tranquilidad en el césped, que no en la grada, donde la afición seguía silbando. Fueron pasando los minutos sin jugadas destacadas. Solo Caffa creaba peligro a balón parado. El Salamanca no tenía ningún fútbol que demostrar.
El partido vivió sus últimos minutos en un clima más festivo. El Betis intentó el segundo gol pero sin acierto. Juanma puso la nota negativa, con su enésima lesión muscular que lo volverá a dejar en el dique seco varias semanas. Dani falló en la última jugada, un gol con la puerta totalmente vacía. Sin embargo el pitido final llegó cuando ambos equipos estaban hastiados por un partido tan aburrido.