Así podría comenzar el análisis de la inmensa mayoría de los partidos que disputa este triste Betis. El de ayer en Soria hace que se vayan terminando los calificativos para definir en lo que se ha convertido el Real Betis Balompié, por culpa de jugadores, entrenador, Lopera y su cohorte.

Ismael F. Cabeza. El helado césped y un par de dudosos fueras de juego señalados al conjunto verdiblanco en la primera mitad no sirven para excusar lo inexcusable. La realidad es que los rivales, pese a no ser nada del otro mundo, necesitan muy poco para hacerle daño a los de Tapia y ayer volvió a quedar claro.

A los diez minutos de partido ya íba perdiendo el Betis merced a un gol en el que Nano hizo lo que quiso con Nelson y su centro al corazón del área lo remató Del Pino en las narices de un inútil (como todo el equipo) Fernando Vega. El dominio numantino fue total y absoluto durante los noventa minutos. Como apunte penoso del rendimiento foráneo del Betis hay que indicar que por quinta ocasión en la temporada (después de Cádiz, Elche, San Sebastián y Murcia) el Betis recibió un gol antes del minuto veinticinco de partido.

Y teniendo en cuenta que no ha remontado un sólo partido… Durante toda la primera mitad el Betis fue un pelele en manos de los sorianos, pero la segunda mitad sería aún peor. En el minuto cuarenta y nueve de partido, recién comenzada la segunda mitad, llegó el segundo gol local. De nuevo la defensa del Betis demostró que no sirve ni para la segunda división. Balón centrado desde la banda izquierda, Rivas no acertó a despejar, balón suelto en área pequeña y gol de Nano, el mejor del Numancia ayer.

Y como no hay dos sin tres, en el minuto sesenta y uno llegó el tercero. La jugada comenzó con un balón que se marchaba a saque de puerta a favor del conjunto de Tapia. El defensor decidió, a saber por qué, no dejar salir el balón y a cambio se lo regaló a un rival. El centro de Nano desde la izquierda lo remató Mikel Alonso adelantándose de nuevo al inoperante Rivas. El nazareno ha vuelto a demostrar que no tiene nivel ni para la segunda división. De ahí al final el Numancia siguió bailando al Betis, con olés en la grada incluídos. Los deTapia sólo pudieron estirarse un poco cuando llegó la relajación del conjunto local en los minutos finales.

Como apuntes finales hay que destacar que el Betis no tiró a puerta hasta el minuto sesenta y cinco, con un flojo disparo de Iriney. Los jugadores no fueron capaces de dar tres pases seguidos y se volvieron a arrastrar por el campo. Ni por aptitud ni por actitud merecen la camiseta que visten.

El ascenso se escapa a cinco puntos, que podrían ser seis de ganar esta tarde el Cartagena, y además echa por tierra el goal average particular con el equipo numantino. También destacable fue la presencia de aficionados béticos en las gradas que, un partido más, pidieron la marcha del máximo accionista de la entidad.

El Betis ha tenido durante los últimos años entrenadores rubios, morenos, altos, bajos y con gustos futbolísticos antagónicos, y ninguno ha sido capaz de enderezar el rumbo del equipo. Está claro que a los culpables máximos hay que buscarlos mucho más arriba, y la actitud de la plantilla tan solo es el fiel reflejo de la dejadez instalada en la entidad desde hace tiempo. En el circo al menos se disfruta, con los partidos del Betis no hacemos más que sufrir…
 

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