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Simplemente se le atragantó el encuentro al Real Betis. No entró bien desde el inicio y los 90 minutos se tradujeron en el peor partido en Heliópolis.

El Leganés estuvo más metido en el choque y la dominó la situación con tranquilidad. La presión no la supo hacer el Betis y no la sintió el cuadro madrileño. El resultado fue maquillado en última instancia y Vadillo fue protagonista en un partido desdibujado de los béticos.

La primera parte del Real Betis se resume en la ocasión que tuvo Jorge Molina a pase de Portillo. Esa fue la única aportación del conjunto verdiblanco en ataque porque los primeros cuarenta y cinco minutos fue el Leganés el protagonista. Simplemente dominaba todo los aspectos del juego y su planteamiento era el que reinaba sobre el verde. Cada minuto que pasaba iba creciendo la confianza de unos jugadores que se sentían cómodo en el césped.

Ya avisó en el minuto 19 con un gol que le anularon al equipo madrileño. No le prestó la atención necesaria el Betis al toque que le dio el Leganés y dos minutos más tarde, Eraso sorprendió con el primer tanto. El delantero se marcó una jugada individual y batió a Adán de tiro raso. El Betis no reaccionaba y seguía sufriendo, en el peor partido en el Villamarín, porque el Leganés le sorprendía desde todas las líneas. No tenía un patrón de entrada definido a la meta de Adán. Los de Garitano entraban por ambas bandas y cuando no eran estos carriles, Diamanka trazaba diagonales. En una de ellas, Adán evitó el segundo tras detener a quema ropa un tiro del mediocentro.

Mel buscaba un revulsivo e introdujo a Ceballos por Portillo. El canterano estaba aportando mucho desde el banquillo en los anteriores partidos y no defraudó. Nada más salir, propició la expulsión de Dimanka. El medio fue protagonista de la primera parte tanto para lo bueno como para lo malo. En una contra derribó a Ceballos viendo la segunda tarjeta en el 40’. Anteriormente, vio la primera amarilla por la misma razón en el 24. Parecía que se calmaba la situación pero en el descuento llegó un nuevo mazazo. Marc Bertrán hacía el segundo a la salida de un córner, concluyendo la primera mitad. Cuando el Villamarín esperaba el descanso como agua de mayo, recibía ese segundo gol. Pero no iba a ser lo peor.

Nada más empezar la segunda mitad, la pesadilla continuaba. Un balón muerto le caía a Postigo dentro del área y ponía más distancia en el marcador haciendo el tercero. Solo habían pasado dos minutos tras el inicio y el Leganés no notaba que estaba con uno menos porque el gol le daba alas. Sin ningún tipo de miedo, tocaba la pelota y circulaba con precisión. Mel cambiaba a Pacheco y Lolo por Vadillo y Rennella, mientras Adán detenía el cuarto en un mano a mano con Aguirre. Más cómodo si cabe se sentían los pepineros y cada acción se le convertía en un problema para el Betis porque salían bien a la contra y no perdían fácilmente la posesión. Ni siquiera Rubén conectaba con la portería y un tiro suyo se iba al larguero. Tampoco pudo hacerlo Casado con un disparo cruzado.

Antes de cumplirse el 30’, Vadillo se marcaba un jugadón y asistía a Molina para que marcara. Acortaba distancias cuando la pesadumbre inundaba el Villamarín. Vadillo se convertía en jefe de operaciones y montaba una nueva jugada donde Rubén vio más portería que a su compañero y el esférico se paseaba sin remate. El ‘7’ verdiblanco tiraba de su equipo y proponía todo el ataque de los suyos. Un centro de éste fue cazado por Molina, en segunda jugada, y lo concluía con un disparo que se iba fuera por poco. Finalmente, la pequeña reacción se quedó en nada y el Real Betis terminó un partido para olvidar.