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Mel se iba a encontrar pronto con un contratiempo en el partido. Molinero se lesionó en un lance y Cejudo tuvo que sustituirlo. El canterano se colocaba de lateral, algo que ya venía practicando en los últimos entrenamientos, y de esta forma resolvía el técnico madrileño el problema que con tanta celeridad se le había planteado.

Muy espeso el Betis en ataque, situación que se rompía las escasas veces que la pelota estaba en las botas de Portillo o Rubén Castro. El Mirandés proponía un partido meramente físico, con balones aéreos y jugadas donde el cuerpo a cuerpo se imponía a la calidad. Pero esas armas también valen en el balompié y, a los puntos, ganaban a los verdiblancos. En el minuto 21, Rennella finaliza con un tiro que choca en un defensa una larga y bien elaborada jugada de ataque, la primera con cierto peligro sobre la meta de un viejo conocido como Razak.

Los locales se sentían más cómodos en el verde del Municipal de Anduva sobre un equipo que no conseguía llevar a cabo lo que Mel le pedía desde el banco: jugar. Perdía muy rápida la posesión del esférico, en jugadas poco ventajosas para defender, lo que propiciaba contras de los de Terraza, que volcaban su ataque por el lado derecho. N´Diaye se multiplicaba en tareas defensivas dando sostén a los suyos. Es cierto que la sensación de domino defensivo se imponía a los posibles ataques del Mirandés pero tampoco generaba situaciones de gol sobre el área de Razak. Solo un balón que pegaba en el palo izquierdo de Adán, tras el despeje de Cejudo al saque de una falta colgada por Emilio, pudo cambiar el resultado antes de la conclusión de la primera mitad. Fue la más clara del partido y la única por parte de ambos contendientes.

El Betis no era capaz de contrarrestar el continuo juego aéreo que le llovía al inicio de la segunda mitad. No tenía opciones en las segundas jugadas por lo que no lograba acumular minutos de posesión. En el minuto 53 se volvía loco el encuentro. Álex García le ponía una bola a Urko Vera pero Bruno taponaba el disparo del atacante. El rebote era aprovechado por el Betis para montar la contra y acabar con el esférico en el área rival, pero Rubén no vio la llegada del rival que le robaba la pelota. Aunque el conjunto heliopolitano prosiguió en su empeño y en la siguiente jugada de nuevo el canario ponía un pase que se quedaba sin rematar.

Mel dio entrada a Fabián por Ceballos para lograr tener algo más de juego ofensivo, en un momento en el que el Betis necesitaba tener más presencia porque lo estaba pasando mal. Prueba de ello fueron las dos jugadas que les llegaron a los verdiblancos desde el lado izquierdo, donde Aitor no pudo rematar en ninguna de ellas. O el remate flojo de Urko Vera en el 70’.

La dinámica del encuentro se decantó finalmente para los locales aunque Jordi una ocasión que no pudo acertar a rematar después de la dejada de Bruno, dentro del área, tras una falta sacada por Cejudo. Mel ponía más pegada sobre el juego verdiblanco con la inclusión de Álex Alegría por Portillo. A falta de dos minutos para el final, Bruno veía su segunda tarjeta amarilla, por una entrada a Urko Vera, y el Betis se quedaba con 10. Finalmente, el cuadro de Heliópolis no conseguía pasar del empate y recaudaba un punto en Anduva.

0- Mirandés: Razak; Aitor, Caneda, Álex Ortíz, Kijera; Rúper; Emilio (Juanjo 79′), Igor Martínez, Pedro Martín (Espín 60′), Álex García; Urko Vera.

0- Real Betis: Adán; Molinero (Cejudo 11′), Bruno, Jordi Figueras, Varela; Xavi Torres, N’Diaye; Portillo (Álex Alegría 79′), Rennella, Dani Ceballos (Fabián 62′) y Rubén Castro.

Colegiado: Eiritz Mata mostró amarillas a Pedro Martín (38′), Caneda (50′), Alex García (51′), Cejudo (78′). Expulsó por doble amarilla a Bruno (45′ y 89′).