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Cejudo daba los béticos la victoria por penaltis (5-4) ante el Lugo en la Copa del Rey. Anunciaba Julio Velázquez durante los días anteriores al partido que podría haber alguna variación sobre el sistema y el once de esta noche y vaya si los hubo.

Por partes. Cambio de sistema estrenando un 1-5-3-2 donde Piccini y Álex Martínez ejercían de carrileros. Debut como titulares de Bruno, que ocupaba la posición central de la defensa, y de Dani Ceballos, que compartía medular con Matilla y Lolo. El canterano estuvo muy activo y participativo. Pedía la pelota y la daba con facilidad. Se atrevía a irse arriba y hasta estrechó una pelota en el larguero pero al final se apagó por unas molestias en el gemelo. Además el equipo cambiaba la presión y se iba arriba.

Enfrente, el CD Lugo, un equipo que se empeñaba en sacar el balón jugado pese a la presión de los verdiblancos y un Quique Setién que no abandonaba su idea de jugar y, aunque perdían muchos balones, tenía premio porque las primeras acciones de peligro fueron gallegas. La más clara fue la de Iago Díaz que en el 18′ pudo adelantar a los suyos si Dani Giménez no hubiera intervenido en la jugada sacando una mano salvadora. Pero siete minutos antes, Álex era quien ponía su pie al tiro de David Ferreiro, aunque ésta era menos clara.

Las ideas béticas estaban se dejaban entrever: presión arriba y manejo de balón. Las acciones del Lugo hicieron despertar a los locales. Rubén empezaba a entenderse con Molina. El canario sabe perfectamente los movimientos del de Alcoy y lo busca. Un esférico en largo era peinado por el ’24’ con todo el sentido del mundo a la carrera de Molina que, tras pelear la posición y ganársela a su par, se quedaba sin espacio en el mano a mano con Dani Mallo. Se estiró más el Betis y los pases eran más claros. Los jugadores se acoplaban bien a un nuevo dibujo táctico que se estrenaba en el Villamarín aunque las imprecisiones aparecían fruto de esa inmediata aparición.

Dani Ceballos buscaba su protagonismo personal en el minuto 34. Tras una jugada de ataque llevada por la izquierda, el canterano la terminaba con un tiro al larguero. Nada más expusieron los dos equipos sobre el rápido tapete heliopolitano y el primer acto acabó.

Con varios cambios apareció el Betis a jugar la segunda mitad. Velázquez sustituía a Piccini por Kadir y este movimiento provocaba una alteración en el sistema. La defensa se colocaba de cuatro hombres mientras que Lolo actuaba de falso interior zurdo para darle el carril a Álex. Precisamente el lateral era protagonista en los primeros instantes ya que dos centros suyos creaban incertidumbre a la zaga visitante. La pelota era verdiblanca pero no encontraba la vía adecuada para encontrar el tanto.

Rennella entró por Molina cuando el partido perdía ritmo. En nada se había parecido la primera parte a los dos encuentros anteriores pero los segundos 45 minutos sí se iban asemejando. En el 25′, de nuevo Álex centraba a la perfección pero Rubén no acertaba al remate. Entre él y Rubén tomaban la batuta en ataque ya que el canterano subía la banda con comodidad y el juego de volcaba por aquel lado. Seguía resistiéndose el tanto pero la defensa se mantenía solidad y bien compuesta aunque se le ponía un bache en el camino cuando Bruno tuvo que ser sustituido con molestias en el gemelo.

Velázquez aprovechaba el cambio para poner a un hombre ofensivo como Cejudo y tornar a la defensa de tres. Iba con todo el técnico ya que los carrileros en esta ocasión eran hombres de ataque como Kadir y Cejudo pero no conseguía inquietar la meta de Dani Mallo.

Olía a prórroga y ésta llegó gracias a una estupenda parada de nuevo salvadora de Dani Giménez en un córner ya en el tiempo añadido.

Con Dani Ceballos mermado; Adán le daba algunas indicaciones y ánimos al canterano antes del comienzo, sin más cambios y bastante cansancio en las piernas de los heliopolitanos empezaba la prórroga. Nada variaba en cuanto a la predisposición del Betis porque su entrenador mantenía el mismo dibujo atrevido. Parecía que se imponía un pacto de no agresión sobre el verde pero el Lugo sacó fuerzas de sus reservas y se vino arriba. Primero con un remate lejano de Seoane donde se lucía Dani Giménez y posteriormente con una falta de acierto de Luis Fernández cuando los suyos cantaban gol. El Betis pasaba sus peores momentos y el cuadro gallego seguía apretando aunque se quedaba sin tiempo.

Kadir perdonaba a los cinco minutos de la segunda parte de la prórroga cuando le caía una pelota dentro del área. El partido se tornaba en calvario para los verdiblancos ya que Ceballos se retorcía de dolor tocándose los gemelos mientras también caía Lolo Reyes por la misma dolencia. Con los dos en el suelo, el Betis atacaba y Kadir desaprovechaba una ocasión idéntica a la anterior pero con disparo con pierna izquierda.

El fútbol iba desapareciendo y surgía más la supervivencia, y muchas acciones sin sentido por parte de los dos equipos. Se producía la batalla de guerrillas con idas y venidas y ausencia de control. La segunda mitad de la prórroga fue verdiblanca pero no marcó y todo se iba a decidir en la tanda de penaltis.

Marcaba primero el Lugo por parte de Luis Fernández. Rubén Castro la ponía en la escuadra y empataba. Aganzo ponía el 1-2. Matilla respondía por el mismo lado de Rubén, el derecho, e igualaba (2-2).

Lolo Pla hacía que los suyos siguieran por delante con fuerte disparo (2-3). Kadir engañaba a Dani Malló y ponía de nuevo el empate (3-3). Jon García cogía la pelota y ponía el 3-4. Rennella no perdonaba y colocaba en la escuadra izquierda el 4-4.

El quinto penalti del Lugo lo ponía David López en la grada y Cejudo le daba el pase al Real Betis marcando el definitivo. Primero dominó, después sufrió y los penaltis hicieron que el cuadro de Velázquez pasara a la siguiente ronda de la Copa del Rey.