Rubén Castro numancia

En su semana más tranquila, el Betis busca una nueva victoria que dé continuidad a lo logrado en Girona y de paso progresar en la idea de juego, hasta ahora inexistente, para creer en la posibilidad de una cascada de triunfos.

Todavía no ha mostrado el Betis la imagen de lo que se le presupone esta temporada, la del equipo poderoso y dominador que lidere la categoría. Visto lo visto en este pobre inicio será muy difícil que veamos esas prestaciones, al menos en un futuro cercano. Los verdiblancos están muy lejos de la exigencia acorde a lo que tiene detrás, pero este domingo ante el Mirandés (18:15 horas) se le presenta una oportuna ocasión para empezar a mostrar algo bueno, más allá de los resultados.

Porque los resultados, es decir, las tres victorias cosechadas hasta el momento llevan la firma clara de Rubén Castro, con la ayuda de algunos de sus compañeros de ataque. Tiene el Betis el lujo de contar con el mejor delantero de la categoría, pero se necesitan más argumentos para lograr el ascenso a final de temporada, y a corto plazo, para infundir el respeto en sus adversarios, mientras se genera confianza en sí mismo.

Eso sí, lo fundamental es la victoria. Es el mínimo exigible para el Betis en cada partido de Segunda división y lo estrictamente necesario para ascender en la clasificación, pero como hemos reflejado antes, los resultados se alimentan de las sensaciones. Los pupilos de un Julio Velázquez, mucho más relajado durante su semana más tranquila, buscan ambas situaciones ante el Mirandés, un equipo que trae buenos recuerdos en Heliópolis derivados de aquel enfrentamiento de octavos de final de la Copa del Rey de 2005 cuyo final todos los béticos añoran. Fruto de aquel encuentro se produjo un hermanamiento entre ambas entidades, auspiciado por Lopera, que debe quedar en nada sobre el terreno de juego, donde los verdiblancos son claramente favoritos ante un equipo diseñado para Segunda B antes de que Javier Tebas descendiera el Murcia y les devolviera su plaza a los burgaleses.

El técnico del Betis ha anticipado pocos cambios tras la victoria de Girona que tanto ha relajado su semblante. Rubén Castro volverá a jugar donde más le gusta, cerca del área, dando continuidad al esquema de Montilivi con Rennella o Jorge Molina de acompañante, mientras que Cejudo y Kadir presumiblemente volverán a ocupar las bandas. En el centro del campo Matilla es fijo y N´Diaye o Lolo Reyes, ambos novedades en la convocatoria junto al canterano Dani Ceballos, sustituirán al lesionado Xavi Torres. Por su parte, la defensa volverá a ser esa en la que nadie confía con Molinero, Jordi Figueras, Perquis y Jorge Casado, pero que está condenada a asentarse ante los escasos recambios de los que dispone Velázquez para lograr un ascenso que debe fraguarse a base de la regularidad que aportan las victorias en este tipo de partidos.