Grupo cabizbajo

Los focos de la desgracia bética se han centrado fundamentalmente en la estéril defensa que lo protege y el pobre patrón de juego, los cuales están propiciados por una amplia lista de pequeños males.

Por supuesto, teniendo entre manos al mejor presupuesto de la categoría Julio Velázquez es el gran señalado en este inicio de temporada. Si el plan es apostar por configurar un entramado defensivo suficientemente fuerte y un sistema de contragolpe letal, el entrenador salmantino demuestra no tener un conocimiento demasiado adecuado de su plantilla, pues ni la pareja de centrales ni los laterales demuestran ser defensores solventes. Del mismo modo, que ni Lolo Reyes, ni N´Diaye, ni Xavi Torres han sido capaces de conformar una organización defensiva seria, una cuestión que también es responsabilidad directa del entrenador, encargado de la organización global del equipo.

Analizando estos primeros partidos, puede que la idea del preparador bético sea conscientemente la ausencia de plan. Varios entrenadores, algunos destacados como es el caso de Mourinho, apuestan cuando la calidad de sus jugadores está muy por encima del rival, por plantear una primera mitad sin desgaste con el objetivo de que los minutos pasen sin consecuencias y a la espera de que el potencial de sus jugadores acabe decantando el partido a su favor, una estrategia que ha funcionado ante Sabadell y Numancia y que ha resultado en balde ante el Albacete. Probablemente, el Betis posea los jugadores con más condiciones de la categoría en ataque, pero el comienzo de temporada ha evidenciado déficits en el resto de líneas que invalidan este plan.

El mejor presupuesto de la categoría no convierte al Betis en el mejor equipo y no sólo por las carencias de su entrenador sino por el cómo se invierte ese dinero que lo debe diferenciar de otras escuadras. Al margen de la incorporación de Cejudo, ninguno de los fichajes ha irrumpido con fuerza en el once titular. Se le exige al conjunto verdiblanco, y por ende a su entrenador, que sea capaz de gobernar los partidos ante rivales menores y en una categoría menor.

Incapaz de controlar los partidos

Por supuesto, que con los jugadores que a día de hoy posee, el equipo debería ser mucho más solvente en este aspecto, pero tampoco se puede eludir que el perfil de los centrocampistas no es organizativo. Sólo Matilla, de manera intermitente, ha mostrado algunos destellos en este sentido, mientras que tanto Lolo Reyes como N’Diaye y Xavi Torres no han enseñado capacidad alguna para dominar el partido y empequeñecer a rivales como el Albacete, que empezó a ganar el partido de este domingo desde el control de juego. Para esta faceta capital del juego, Nono se presenta como el jugador más adecuado, aunque sin embargo, el canterano bético no parece haber alcanzado la madurez necesaria para ocupar este puesto, especialmente en el contexto tan delicado que atraviesa el club.

La aparición de Kadir en el lugar de Matilla es la otra alternativa de Julio Velázquez en el centro del campo, si bien la opción del argelino contribuye a aumentar la profundidad y el equilibrio, en lugar del control del juego, un arma que será fundamental para decantar la balanza en la mayoría de encuentros.

Además el maltrato al centro del campo se ha visto agudizado por parte de Julio Velázquez en los dos últimos partidos ligueros, cuando yendo por detrás en el marcador retiró del campo a un centrocampista para dar entrada a Rennella, si bien es cierto que ante el Albacete lo enmendó dando entrada a Nono, que tampoco fue capaz de ofrecer soluciones para la remontada.

Partiendo al equipo de esta manera tan evidente, también evidencia el preparador salmantino carencias en la dirección de partido sin olvidar, claro está, que como el mismo dice en cada rueda de prensa, la temporada será muy larga y sólo se han disputado cuatro encuentros, algo que tampoco justifica la imagen alarmante que el equipo ha ofrecido en este inicio de campaña que inexcusablemente debe suponer el regreso a Primera división.