Adanismo

Infamia, desvergüenza, castigo para los sentidos, comedia trágica, muchos sustantivos, algún que otro adjetivo pero ninguno positivo puede referirse a este Betis que ya no es Betis salvo por el escudo.

Un equipo que ya no es equipo saltó este Domingo de Resurrección a la Avenida del Payaso Fofó para meterse en el tipo como sólo ellos saben. Paulao fue la personificación de la vergüenza que es este Betis cediendo un balón a Adán que se convirtió en el pase perfecto para que Rochina pusiera en desventaja a los verdiblancos.

A partir de ahí, denominar al equipo como una chirigota es una falta de respeto al Carnaval, porque aunque Paulao fue el señalado, sus compañeros no hicieron absolutamente nada para enmendar el festival. Su rival, es un ejemplo de cómo con pocos recursos se puede conformar una escuadra compensanda con paciencia y mucho trabajo. No despidió a Paco Jémez cuando pintaban bastos y el Betis sí lo hizo con Pepe Mel. Sólo hay que mirar los resultados.

Los rayistas, al contrario que en la primera vuelta se mostraban seguros en defensa y el Betis no encontraba salida, por incapacidad, por intensidad y por falta de ganas. Tuvo sus ocasiones pero Baptistao y Rubén Castro tampoco están para nada, por lo que no harían mal los directivos en gestionar una retirada de la competición sin sanciones para que no prosiga esta humillación.

Entre todas estas historías, la fiesta de Paulao continuaría poniendo el 2-0 en el marcador tras un mal despeje de un centro lateral. Tras el gol, en una imagen, pocas veces vista, el brasileño pidió el cambio sin problemas físicos, sólo porque se sentía indigno, tal como es este Betis de Calderón, que aceptó la petición sustituyéndolo por Vadillo, quedando retratado mientras aceptaba como sus jugadores se arrastran en el campo.

En la segunda parte llegaron otros dos goles, uno que llegó por el hambre de Larrivey y la desidia del Betis y otro que sorprendentemente anotó Chica para constatar la broma en la que se ha convertido el equipo en que juego. Por lo demás, ni el Betis lo intentó, ni podía.

El pitido final fue la mayor alegría en una tarde infame de un equipo que ni siquiera se esfuerza ya por sentirse querido en la peor temporada de su historia, donde podría caer matemáticamente al pozo la próxima semana incluso ganando.

Ficha técnica

Rayo Vallecano: Rubén, Arbilla, Zé Castro, Gálvez, Nacho, Trashorras, Saúl Ñíguez (Baena 67′), Rochina (Lass 79′), Bueno (Seba Fernández 54′), Iago Falqué y Larrivey.

Betis: Adán, Juanfran, Paulao (Vadillo 32′), Perquis (Jordi Figueras 67′), Chica, Lolo Reyes, N’Diaye, Nono, Leo Baptistao (Verdú 67′), Jorge Molina y Rubén Castro.

Árbitro: Fernández Fernández, canario. Amonestó a los locales Zé Castro, Saúl Ñíguez y Arbilla; y a los béticos Leo Baptistao y Nono.

Goles: 1-0 (14’) Rochina; 2-0 (27’) Paulao (p.p.); 3-0 (51’) Larrivey; 3-1 (79’) Chica.

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