Jorge Molina Levante

Casi un año después el Betis consiguió una victoria fuera de casa, la primera de toda la temporada, en un partido donde los errores no le castigaron y la apuesta de Calderón en la segunda mitad tuvo sus frutos.

Efectividad, la seguridad de jugar con portero y la valentía de su entrenador. Estos fueron los méritos que sumó el Betis para vencer al Levante en su feudo. Fue un partido repleto de imprecisiones, de nervios y de carencias técnicas pues lo único que diferencia al conjunto granota del verdiblanco, pese a la diferencia en la clasificación, es la capacidad para esconder sus muchos defectos y potenciar sus escasas virtudes.

El partido nació con la sorpresa de no ver a Paulao entre los once elegidos. El brasileño se lesionó en el calentamiento y dejó su hueco a Salva Sevilla, lo que obligó a retrasar a N´Diaye al centro de la defensa. Además de evidenciar el gafe del Betis con las lesiones, este nuevo percance supuso un serio contratiempo porque el senegalés no ofrecía la misma seguridad en defensa que en el centro del campo y Salva Sevilla fue incapaz de imponer en la medular la jerarquía que suele ofrecer el africano.

Sin embargo, paradójicamente, el cambio trajo a los verdiblancos la posibilidad de adelantarse a los doce minutos porque el propio Salva Sevilla tuvo la suficiente viveza para sacar con velocidad una falta hacia la banda derecha para Leo Baptistao que cedió el balón a Rubén Castro cuyo disparo rechazó en David Navarro, pero ahí estaba precisamente Salva para poner el balón fuera del alcance de Keylor Navas.

No obstante, le faltó al Betis la inteligencia suficiente para conservar con calma su ventaja. No fue capaz de ganar el centro del campo y tener el balón en su poder para trasladar los nervios a su rival. El partido era abierto. Con espacios para ambos conjunto que ninguno podía aprovechar. Las imprecisiones locales condenaban cualquier intento de progresión y las contras levantinistas sin llegar a concretarse en ocasiones inquietaban mucho más que las cortas posesiones béticas. 

Con este panorama, era evidente que la ventaja bética no podía alargarse mucho. Y el empate llegó en una estúpida contra tras una falta de Cedrick en la que el sorpresivamente inadvertido Muñiz Fernández dio la ley de la ventaja para desconcierto de los defensas béticos que como sucedió ante Gabi el pasado domingo se quedaron mirando el impresionante disparo de Diop desde la frontal que Adán no pudo atajar.

El tiro de Diop fue imposible para el meta bético, pero no lo fueron un par de uno contra uno ante David Barral, antes y después gol, propiciados por sendos fallos de Cedrick y N´Diaye, algo descolocado en la posición de central. Errores, por tanto, de los habituales en el Betis, que lo condenaron durante toda la temporada y que un guardameta seguro, digno y que progresa en cada partido fue capaz de subsanar en un partido repleto de indecisiones por ambos bandos.

La segunda parte era idéntica. No pasaba nada. Si acaso que el Levante tenía más el balón, lo cual era sinónimo de esterilidad. Sólo algunas individualidades de Pedro Ríos y sus disparos desde la frontal que, o bien se marchaban fuera o bien eran neutralizados por Adán. No pasaba nada pero pasaba el Betis por el Ciudad de Valencia, una excelente invitación para el vértigo. Consciente de ello y sin nada que perder, Calderón elevó la apuesta y sacó a Vadillo y a Jorge Molina y en la primera jugada en la que intervinieron Vadillo penetró desde la izquierda, cedió a Leo Baptistao y éste hizo lo propio hacia Jorge Molina que puso el balón en la misma escuadra donde clasificó al Betis la pasada temporada para competiciones europeas. Esta vez sí, el gol tranquilizó a los verdiblancos que se adueñaron de la posesión, aunque la sentencia llegó a la contra tras un robo de Lolo Reyes y un contragolpe guiado por el autor del gol anterior, un Jorge Molina cuyo envío al área fue rematado tras un rechace por Rubén Castro, en una de sus primeras apariciones por el partido.

El tercer tanto apagó definitivamente los ánimos del Levante y serenó al Betis que se cosió el balón a la bota hasta que Muñiz Fernández pitase un final que lo deja a los siete puntos y con la consciencia de que las áreas que lo han condenado durante toda la temporada puede regalarle un epílogo de esperanza, pues posee elementos suficientes para castigar a la mayoría de los ocho equipos ante los que se medirá.

Ficha técnica

Levante U.D.: Keylor Navas, Vyntra, David Navarro, Juanfran, Nikos; Diop (Sissoko 74′), Simao, Xumetra (Ángel 55′), Ríos; El Zhar (Pedro López 68′) y Barral.

Real Betis: Adán, Juanfran (Jorge Molina 65′), N’Diaye, Figueras, Chica; Cedrick (Vadillo 57′), Lolo Reyes, Salva Sevilla (Nono 79′), Juan Carlos; Rubén Castro y Leo Baptistao.

Goles0-1 (12′) Salva Sevilla; 1-1 (26′) Diop; 1-2 (70′) Jorge Molina; 1-3 (77′) Rubén Castro. 

Árbitro: Muñiz Fernández, asturiano. Amonestó a los locales Vyntra, David Navarro y Simao; y a los visitantes N’Diaye y Cedrick.