Chica Levante

El Betis saborea en su maltratado paladar el amargor del reo que espera sentencia mientras sus neuronas buscan conexiones que le inviten a una absolución que difícilmente se hará realidad.

En esa tesitura visita el Betis al Levante, sin saber merece la pena siquiera creer en una libertad que no merece. Soñar es lícito, por supuesto que lo es, pero siempre que lo hizo se vio condenado a la cruel humillación de aquel que se choca con la realidad. Demasiadas cosas negativas han pasado en esta Liga para seguir enfrentándose a la difícil coyuntura de maltratarse soñando con las utopías.

Pero hablamos de deporte, donde el único objetivo real del deportista es la victoria y donde las deducciones no son tan simples. Que todos los días salga el sol, no significa que vaya a salir al día siguiente y por eso el Betis tratará por enésima vez de darle la vuelta a la cruda realidad en un terreno de juego difícil ante unos jugadores guerreros y curtidos como pocos y un entrenador experto en ganar fácil haciendo muy poco.

Ese entrenador no es otro que Joaquín Caparrós, la verdadera bestia negra del Betis. Sólo dos victorias han conseguido los verdiblancos ante el utrerano en catorce años de rivalidad y tensiones, la última de ellas fue recordada este miércoles en el estadio del eterno rival, por lo que el técnico granota estará más que dispuesto a corresponder lo que su verdadera afición le requiere.

Dijo Juan Carlos que Caparrós querría hundirlos, pero el Betis ya se ha encargado de hundirse él sólo sin la ayuda absolutamente de nadie. Por mucho que se empeñe su entrenador, los árbitros sólo han sido una anécdota en esta temporada nefasta donde la ineptitud del resto de equipos le permiten seguir creyendo en la salvación.

Con la moral otra vez bajo mínimos y sin apenas defensas, pues sólo Juanfran, Figueras, Paulao y Chica quedan entre los disponibles disputará el Betis otro partido definitivo en Valencia. Pero afortunadamente contará Calderón con N´Diaye, el ancla que sostiene a todo el equipo, tras resolver sus problemas personales. El senegalés estará acompañado por Lolo Reyes en el doble de pivote escoltando al trío habitual de ataque que forman Cedrick, Baptistao y Rubén Castro, con una posición vacante que oscilará entre las preferencias de Calderón aunque Salva Sevilla parece ser el candidato ideal.

Enfrente, hombres vestido de azul y grana plantearán entre semana su batalla de todos los domingos para tratar de anestesiar lo que queda de amor propio en este irónico Betis, dispuesto a resucitar agarrado a un concepto tan científico como el de las matemáticas cuando probablemente sea la resurrección el acto que menos entienda de saberes exactos.

www.SevillaActualidad.com