Molina-Baptistao

El Betis es un enfermo terminal. El descenso es casi una obviedad, al menos con Juan Carlos Garrido en el banquillo, que al igual que la plantilla necesita una remodelación inminente para despertar un halo de esperanza.

Las excusas son fáciles. Hoy en día es casi imposible ganarle un partido al Real Madrid en esta Liga. Pero también es cierto que en todas las circunstancias, el Benito Villamarín había sido un escenario complicado para un conjunto merengue que se paseó en la tarde del sábado ante la inoperancia de los futbolistas locales. Sin intensidad, ni capacidad, ni ganas. Así saltaron los jugadores verdiblancos a un campo vestido de gala, que llamaba a la reacción de los suyos.

El Betis hizo lo mínimo durante los 90 minutos. Salió medianamente bien dispuesto sobre el centro del campo, confiado a la suerte de que alguno de sus tres delanteros tuviese suerte en alguna jugada aislada. Pero lo que sucedió es que en el décimo minuto de partido nadie se percató de la peligrosidad del disparo de Cristiano Ronaldo desde 30 metros. Así las cosas, el portugués simplemente materializó con su calidad la ventaja de los suyos ante la relajación Andersen para observar como el balón besaba la escuadra de su portería.

El conjunto de Juan Carlos Garrido nunca pensó en la conveniencia de empatar el partido, o al menos eso se desprende de lo visto sobre el campo. En esa situación, sólo cabía esperar que la goleada cayese por su propio peso. En este Betis se consuma el desastre con cualquier soplo de viento. Y una falta al borde del área de Bale es irremediablemente gol si la defiende un guardameta como Andersen.

Con el 0-2 en el marcador, no cambió nada. La clase de Modric dominaba el partido y los defensas madridista nunca tuvieron la necesidad de ganarse el sueldo. Al borde del descanso, el propio croata tuvo la oportunidad de lucirse con un recorte ante tres jugadores y sirvió en bandeja el tercer tanto a Benzema.

En la segunda parte llegaron dos goles más. Di María con un magnífico disparo raso desde 30 metros y hasta Morata tuvo su hueco para la fiesta en los últimos minutos. Si entendemos un partido de fútbol como una disputa entre dos equipos, éste no existió. El Betis deambuló sobre el campo durante 90 minutos, mientras la grada pedía al unísono la dimisión de Juan Carlos Garrido, un entrenador que no sólo no ha aportado nada, sino que no tiene la más mínima intención de despertar a su equipo de la pesadilla en que se encuentra.

Ficha técnica

Real Betis: Andersen, Chica, Paulao, Amaya, Dídac, Lolo Reyes (Caro 76’) Matilla, Baptistao, Salva Sevilla (Juanfran 62’) Rubén Castro (Vadillo 55’) y Jorge Molina.

Real Madrid: Diego López, Carvajal, Pepe, Sergio Ramos (Nacho 72’) Marcelo, Xabi Alonso, Modric, Bale, Di María (Illaramendi 69’) Cristiano Ronaldo, y Benzemá (Morata 75’).

Árbitro: Iglesias Villanueva, gallego. Amonestó a los locales Chica, Salva Sevilla, Vadillo; y al visitante Sergio Ramos.

Goles: 0-1 (10’) Cristiano Ronaldo; 0-2 (25’) Bale; 0-3 (45’) Benzema; 0-4 (62’) Di María; 0-5 (89’) Morata.

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