Bosch Valero

El despido de Stosic como director deportivo ha desvelado bastantes incongruencias visibles en una rueda de prensa que llena al Betis de incertidumbre en el peor momento de los últimos años.

Miguel Guillén ha sido el primero en tomar la palabra revelando cómo queda estructurada la parecela deportiva. “A corto plazo, se ha decidido que aparte del trabajo ya adelantado, sea la secretaría técnica unida al cuerpo técnico y con la supervisión del Consejo de Administración la que tenga la responsabilidad de fichar en invierno”.

Hablando sobre las circunstancias que han rodeado a la destitución del Betis han surgido las primeras incoherencias. Guillén ha subrayado que “la afición no decide quien tiene que estar en el Betis”, aunque sí ha reconocido que “el Consejo tiene que encontrar el mejor ambiente para los jugadores. Creemos que es difícil que ganen partidos si la ira se centra en ellos”.

Mientras tanto, el festival de Bosch Valero ha comenzado a destacarse sobre la figura del presidente. Preguntado por la prensa sobre su confianza pasada en la renovación de Stosic, el administrador del Betis ha sorprendido a propios y extraños con esta afirmación: “Hace treinta días no es hoy. Las circunstancias que se tienen en cuenta son las de cada momento. El Consejo ha considerado que los fichajes de invierno no podían venir de la misma mano del director deportivo que ha fichado en verano. Pensábamos que eso podía restarle credibilidad. Se ha optado por darle mayor rango a la opinión del cuerpo técnico. Y en esta decisión no tenía sentido tener un director deportivo tutelado”.

Hablando sobre la búsqueda de la estabilidad, Bosch sólo parece traer lo contrario, por ejemplo, cuando revela que la secretaría técnica lleva trabajando en la búsqueda de refuerzos desde la llegada del nuevo cuerpo técnico, cuando Juan Carlos Garrido había declarado en sucesivas ocasiones que no existía la necesidad de realizar fichajes desde el inicio. El trabajo en la sombra es perfectamente entendible, lo extraño es que se desautoricen de esta manera las declaraciones públicas del entrenador.

El Consejo seleccionó a Garrido

Asimismo, el administrador de la mayoría accionarial del club ha desvelado que no fue Stosic quien eligió al nuevo técnico. “El nombre de Garrido proviene de una lista interminable elaborado por la dirección deportiva, pero éste en concreto ha sido elegido por el Consejo de Administración”, dejando claro que la opinión del serbio estaba perdiendo relevancia en el club, o que ésta nunca ha sido importante. Más tarde, Guillén trataba de apagar los fuegos explicando que la decisión se había tomado “por consenso” entre dirección deportiva y Consejo de Administración.

Aunque el presidente haya evitado la total transparencia en reiteradas ocasiones, Bosch Valero ha desvelado que “Vlada puso su cargo a disposición del Consejo hace cuatro semanas. Su destitución no tiene que ver exclusivamente con el domingo”.

Todos estos detalles salían a la luz, mientras Bosch se enfrascaba en una batalla por la conveniencia de que Gesalus, la empresa encargada de los servicios médicos del Betis, haya contratado al despacho de abogados del propio dirigente bético, tal como ha desvelado el Diario de Sevilla. “Hace 31 días fue la Junta General. Yo pedí permiso allí para defender un argumento, en el cual yo informaba de que mi despacho había tenido como cliente a un proveedor del Real Betis Balompié. No responde a nada especial, sino que es la carta en la que yo comunicaba esa decisión. Tenga en cuenta que si hay algún acto punible, no estaría en la prensa, sino en una denuncia”.

Tras señalar a la prensa como culpable de algunos de los defectos béticos, Bosch ha destacado que “la lista de personas que están haciendo daño al club es interminable, empezando por los energúmenos que nos apedrearon”, unos comentarios que evidencian que la clase dirigente del Betis no parece estar a la altura de una entidad centenaria, condenada al desastre.

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