Celebración Amaya Lolo Reyes

Poco se juega el Betis esta noche ante el Rijeka, deportivamente hablando. Dinero, la honra de ganar a un equipo inferior y la primera plaza del grupo, para lo que dependerá del resultado del Olympique de Lyon.

Por encima de cualquier elemento, el protagonismo del partido recaerá en la grada, probablemente poco numerosa pero sí representativa de una afición que recibió un mazazo con la destitución de Pepe Mel, y que está por ver si acepta o no al nuevo entrenador.

Lo que sí se espera, como ya se vio en Lleida, son críticas a la directiva, un consejo de administración que despojó a la masa social de su líder y ahora se encuentra descabezada, sin encontrar a nadie en quien creer para abandonar el infierno que no parece tener fin.

Para creer y hacer creer necesita el Betis una victoria ante el Rijeka y sobre todo, una buena imagen para pensar que es capaz de someter y ganar en Liga, a equipos mejores que el croata, inferiores y muy superiores a él, tal como hacía en un pasado no demasiado lejano, en el que dirigido por Pepe Mel, era capaz de dominar a equipos de Champions, capaz de lo mejor y lo peor, la característica endémica del Betis.

Pero como hasta el momento, sólo es capaz de lo peor, Juan Carlos Garrido se encuentra en el proceso de búsqueda de esos argumentos, que más allá de los previsibles fichajes de invierno, saquen al Betis de su pena. Y por ello, en dos partidos casi intrascendentes como el de Copa ante el Lleida y éste ante el Rijeka, el técnico valenciano trata de probar a todos los jugadores posibles para tomar la primera gran decisión de su trabajo en Heliópolis: la alineación de San Sebastián en un partido a vida o muerte.

Por este mismo motivo, aunque Garrido trate de soterrarla, esta noche pisarán al césped prioritariamente los teóricos suplentes, con espacio para algunos titulares, a los que rotará respecto a Lleida, y quizás minutos para comprobar el estado real de Rubén Castro, en el que más allá de fiestas y fotografías nocturnas, sí cree la afición.

Para creer, para volver a hacer sentir, para conocer. Esa es la verdadera función de otro de esos partidos incómodos que la brillante temporada anterior ha obligado a jugar, y en el que poco interesa si el Betis queda primero o segundo de grupo porque esa es una batalla. La guerra regresa el domingo.

Alineaciones probables

Real Betis: Andersen, Steinhöfer, Amaya, Jordi Figueras, Dídac, Lolo Reyes, Nono, Salva Sevilla, Juanfran, Juan Carlos y Chuli.

Rijeka: Vargi, Mujanovic, Knezevic, Datkovic, Boras, Brezovec, Kvrizi, Leskovic, Jugovic, Krstanovic y Benko.

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