El paso por el Camp Nou siempre ha sido una parte importante de la temporada bética, pero no por los puntos, sino por el escaparate que supone dominar al mejor equipo del mundo. Tanto hace dos temporadas en Copa del Rey, como el año pasado en Liga, el Betis acabó sucumbiendo pese al buen juego desplegado.
Con Europa en juego, y con muchas oportunidades para alejar a sus rivales, el Betis se encuentra de nuevo con el Camp Nou, cuando una derrota acompañado de la victoria del Rayo Vallecano, colocaría a los pupilos de Mel fuera de una posición europea que han ostentado durante la mayor parte de la temporada.
Si por algo se ha caracterizado el Betis en esta campaña es por el pragmatismo que ha imprimido a sus partidos. Capaz de defender durante todo el encuentro para ganar el partido en un par de zarpazos al contragolpe, un modelo que bien haría en trasladar el Camp Nou para ganar sin agradar al gran público, en contra de lo cosechado en las últimas temporadas, donde los halagos de la prensa e incluso del mismo Guardiola cubrieron toda la resaca de unos duelos bastante infructuosos en cuanto al resultado.
Puede ser una buena oportunidad para aprovechar el estado ultrapesimista del barcelonismo tras su humillación ante el Bayern de Munich y regresar a Sevilla con unos tres puntos esenciales en la pelea por Europa. En cambio, si el Barcelona, buscando resarcirse sentenciando de manera definitiva por la Liga, muestra su mejor cara, pocas opciones habrá para el conjunto verdiblanco.
No obstante, pese a la dificultad de la empresa, todo los indicios apuntan a que la mejor receta para puntuar en el Camp Nou es la de la solidez y el pragmatismo. Cimentar en el trabajo defensivo un empate que se convierta en victoria materializando alguna de las escasas ocasiones que el Barcelona permite.
Olvidar el preciosismo para pensar exclusivamente en el triunfo a través de un camino mucho más viable. Es la vía que el Betis ha utilizado en gran parte de los partidos de esta temporada y la que conduce a una victoria que serviría para comenzar a rematar el sueño europeo.