Su fichaje por el filal del Betis, los entrenamientos con el primer equipo, el debut ante el Levante y la consolidación frente al Atlético en Copa del Rey. Todo transcurrió demasiado rápido para Eder Vilarchao, a quien una lesión en su tobillo izquierdo fracturó toda la progresión que apuntaba al final de la primera vuelta.
El mediapunta bético ha regresado este miércoles a los entrenamientos con la esperanza de volver al mismo punto en el que abandonó al primer equipo. Por el momento, la primera toma de contacto ha sido buena: «Me siento muy bien. La pierna no me ha molestado nada, ni un dolor, y físicamente también me he encontrado bien, me he cansado mucho menos de lo que esperaba. Poco a poco iré recuperando la forma», explica Eder.
Han sido meses difíciles para el vizcaíno, pero el jugador se ha sobrepuesto a los lamentos para encomendarse a la superación en busca de un regreso muy esperado. «Aunque ha ido bien desde el principio, siempre es complicado recuperarte de una lesión. Estar parado tres meses sin poder hacer lo que más te gusta es difícil, pero yo lo tengo ya olvidado», subraya Vilarchao, quien desea recuperar la normalidad cuanto antes.
Ahora, el horizonte está más que claro para Eder. Ser uno más entre los integrantes de la primera plantilla, algo para lo que el vizcaíno promete entregar todos sus esfuerzos. «Yo voy a dar lo máximo de mí para demostrarle al míster que estoy a su disposición. Si en estas jornadas puedo entrar, perfecto, y si no es así seguiremos trabajando muy duro para el futuro».
Si con el debut de Vilarchao ante el Levante, Pepe Mel definió al de Barakaldo como “un fichaje de invierno” para la entidad bética, su regreso a los entrenamientos podría ser considerado como un importante refuerzo para la recta final de una temporada, a la que sólo falta poner la guinda de Europa.