La realidad parece clara para Pepe Mel. “Yo tengo un objetivo en una Liga de 11 partidos, meter al equipo en Europa”, señala el entrenador verdiblanco trazando una explícita línea de separación entre sus opiniones y la de su presidente, Miguel Guillén.
El técnico madrileño no se plantea retos al margen de los asumidos esta temporada una vez materializado el objetivo de la permanencia. A partir de ahí, nada quiere saber de las pautas marcadas por Miguel Guillén para la próxima temporada en cuyo primer escalón se encuentra la clasificación para Europa.
”Cuando uno habla suele ser esclavo de las cosa que dice. Lo importante tiene que ser meter al equipo en Europa y acortar caminos. El presidente, lo que quiere decir, es que hay que pelear por conseguirlo este año y no dejarlo para el año que viene. En el fútbol te facilita el asunto tener presupuestos”, explica un Mel precavido, consciente de que no es su presidente sino la precaria situación económica de su club la que pondrá límites a sus ambiciones.
Ese “presupuesto” del que Mel habla podría verse ampliado exponencialmente en caso de cumplir el objetivo de este último tercio de la temporada. Jugar en Europa aportaría al Betis unos ingresos extra que serían de vital importancia para ampliar los objetivos de la próxima temporada y facilitar la tarea de renovar una plantilla con demasiados jugadores cuya finalización de contrato está al caer.
No obstante, no deben dejar de lado desde la Palmera la contribución hacia el saneamiento del Betis, el verdadero objetivo de una entidad que cada año va dando pequeños pasos para recuperar la definitiva normalidad del proyecto.