Han terminado entrenando en Luis del Sol, con reparto de premios en el Villamarín y fin de fiesta en Isla Mágica.
Se acabó. Una semana irrepetible llegó a su fin de la mejor manera posible. Una fiesta a la altura, con un entrenamiento digno de las estrellas y la mejor compañía posible para cerrar el II Campus Deportivo Real Betis y abrir la puerta a la próxima edición.
El centenar de participantes que desde el pasado lunes han disfrutado de entrenamientos, trabajo, ocio, aprendizaje y diversión se despidió con emoción y gratitud. Atrás quedaron jornadas intensas de duro entrenamiento y conocimientos que quedaron reflejados el último día.
La organización preparó un último día intenso y espectacular. Los participantes se despertaron pronto en la Ciudad Deportiva de la Diputación Provincial de Granada en Armilla. Tomaron sus autobuses y salieron con destino a Sevilla. A las 10:30 llegaba la expedición a la Ciudad Deportiva Luis del Sol. Allí se ejercitaron durante casi dos horas bajo la atenta la mirada de los padres, que pudieron comprobar las evoluciones de los pequeños durante esta semana de trabajo con sus monitores y entrenadores.
Nada más concluir la sesión, todos se marcharon al Benito Villamarín. Los participantes pudieron conocer al detalle el estadio del club de sus amores a través del interesante tour por las entrañas del estadio. Les esperaba una sorpresa. En la galería de gol norte había preparado un stand para la despedida oficial.
El Consejero verdiblanco, José Antonio Bosch, y la Directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de Cajasol, Pilar Lacasta, recibieron a los pequeños para entregarles sus diplomas y medallas acreditativas de la participación en el II Campus Deportivo Real Betis.Bosch destacó “la alegría de vuestros rostros” y agradeció a los padres “la confianza que han depositado en nosotros” al encomendar a sus hijos durante una semana. Para el dirigente verdiblanco, el Campus “ha cubierto el objetivo” de ayudar a quienes más lo necesitan y fomentar el compañerismo y el beticismo.
Pilar Lacasta felicitó a “los organizadores por el trabajo realizado” y recordó “el compromiso de la Fundación Cajasol en momentos tan complicados como este” en un evento que cumple “una función social tan importante”. Por ello, recalcó “que esperamos estar el año que viene de nuevo con vosotros. Si este año fueron 51 niños los becados, para el año que viene nos gustaría que fuesen 60”.
Tras la entrañable foto de familia de todos los participantes del Campus con Bosch y Lacasta, la expedición se marchó con destino a Isla Mágica. El parque temático de Sevilla vivió las últimas horas de disfrute de los participantes en el II Campus Deportivo Real Betis, quienes se despidieron emocionados no con un adiós, sino con un hasta pronto. Hasta el año que viene.