Celebración de gol de los jugadores del Betis. / Real Betis Balompié

La consolidación de un proyecto ambicioso acompañado de una estabilidad institucional ha marcado el año verdiblanco, que se ha visto reflejado en buenos resultados con la vuelta del club a competiciones europeas.

El Betis abrió el 2018 a lo grande, metiendo cinco goles en el Sánchez Pizjuán en un partido frenético, que hizo salir al equipo de una mala dinámica que mantenía partidos atrás, donde fue eliminado de la Copa del Rey y no acababa de despegar en la competición doméstica.

Un nuevo brillante mercado de su vicepresidente deportivo, Lorenzo Serra Ferrer, acabó con Marc Bartra vestido de verdiblanco que, junto a la irrupción de los canteranos Loren Morón y Junior Firpo, le dieron un buen salto de calidad al equipo que se vio reflejado en el fin de resultados irregulares.

Un cambio de dinámica en la que mucha culpa la tuvo el reajuste de Quique Setién, ayudado de recomendaciones de sus superiores, de pasar a la defensa de tres con carrileros largos. Los goles en contra se aplacaron y el Betis empezó a conseguir buenos resultados encajando pocos goles y sabiendo administrar muy bien las ventajas.

Con un juego vistoso y bien llevado a la práctica, el Betis firmó una racha de 8 partidos seguidos sin perder, con 7 victorias y un solo empate como visitante en el campo del Atlético de Madrid. Fue escalando posiciones y certificó su presencia en competiciones europeas tres jornadas antes de acabar la competición.

El mercado de verano estuvo marcado por un nuevo gran salto de calidad de la plantilla de la mano de la gestión brillante de Lorenzo Serra Ferrer, jugadores como Pau López o Canales a coste cero y fichajes de gran calidad como Lo Celso, William Carvalho o Sidnei.

Mal comienzo de la presente temporada del equipo, donde solo se puede destacar positivamente el triunfo en el derbi ante el Sevilla. El equipo sufría una sequía enorme de gol y no conseguía estar en las posiciones altas de la tabla, cosa que acababa con la paciencia de la afición verdiblanca al no ver soluciones por parte del banquillo.

Pese a esa irregularidad en la Liga, el Betis firmó una brillante fase de grupos de la Europa League, pese a tener que enfrentarse a rivales de gran nivel como Olympiakos o Milan. Los verdiblancos fueron superiores en los dos partidos a estos rivales y acabaron como primeros de grupo sin conocer la derrota, con 3 victorias y 3 empates.

Resultados de envergadura, como los conseguidos en San Siro y en el Camp Nou, donde el Betis consiguió una gran victoria por 3-4 dando un auténtico recital de fútbol en el campo azulgrana. Un resultado que le sirvió al equipo para remontar el vuelo y estabilizarse más en la competición doméstica, donde ahora ocupa puestos europeos.

A diferencia del pasado año, sigue adelante en la Copa del Rey, tras superar holgadamente al Racing de Santander en los dieciseisavos de final, con un resultado de 5-0 en el cómputo general.

Cierra el año con una buena dinámica de juego, goles y resultados, dejando de lado esas dudas anotadoras del comienzo de esta presente temporada y siguiendo adelante con la estabilidad defensiva que el sistema de juego y sus defensas le dan. El Betis deberá acudir al mercado para mejorar su parcela ofensiva con la llegada de un delantero para seguir soñando y avanzar en las diferentes competiciones en las que sigue vivo.