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El Baloncesto Sevilla prolongará sus 26 ejercicios ininterrumpidos en la Liga Endesa tras certificar la permanencia matemática a falta de una jornada con un trabajado triunfo en San Sebastián.

‘SevillaNoSeRinde’ no era un decir…era un hecho. El Baloncesto Sevilla no se ha rendido y esa resistencia le ha valido este domingo para lograr en San Sebastián (67-69) la salvación a falta de una jornada para el final de la fase regular de la Liga Endesa. El triunfo ante el Gipuzkoa Basket vale la permanencia matemática y permitirá prolongar la racha de veintiséis temporadas ininterrumpidas en la máxima categoría del baloncesto español para el club que se encamina ya a su 29º año de vida.

Como para bingo, ahora seguirá para la 27ª disfrutando el próximo domingo en San Pablo de un partido intrascendente en lo deportivo pero muy trascendente en el resto. Equipo y afición podrán celebrar juntos que no se han rendido, que Sevilla merece seguir en la élite y que no es tan fácil que se averíe lo que tantos años ha marchado bien.

En San Sebastián, el mismo escenario donde en la 12-13 se alejaron también los fantasmas del descenso, el Baloncesto Sevilla se ha reivindicado, dando la talla en una situación muy complicada. Luis Casimiro, quien no ha podido celebrar mejor sus 500 partidos dirigiendo en la Liga Endesa como primer entrenador, ha logrado que estos chavales se convenzan de su valía y compitan hasta el punto de agarrar el objetivo que tan complicado se había puesto.

El bloque ha respondido a la prueba de madurez llevándose un choque áspero que dominó casi siempre pero que se torció justo cuando menos debía, en  los minutos finales. Los dos últimos minutos se convirtieron en un duelo entre Doblas y Willy Hernangómez que se llevó el pívot del Baloncesto Sevilla. Su mate a cuatro segundos del final cerró el marcador y coronó su gran partido, al ser MVP del equipo con 23 de valoración (20 puntos, 6 rebotes y 6 faltas recibidas).

Willy se convirtió en referente ofensivo, pero todo el bloque estuvo a gran altura, destacando dos veteranos como el capitán Berni Rodríguez y Kirk Penney (9 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias, cada uno), aunque sin olvidar la aportación de Porzingis (6+8), Woodside (7+2), Byars (6+7) o Radicevic (6+3).

Otro jugador cedido por el Real Madrid, Dani Díez, representó la principal amenaza de los locales, acabando como MVP con 28 de valoración. Su constante aportación mantuvo en el partido al Gipuzkoa Basket, que casi siempre estuvo a remolque en el marcador. Al primer cuarto se llegó con 21-22 y al descanso con 34-38.

Precisamente Hernangómez mantuvo la ventaja en 4 al final del tercer cuarto con dos acciones casi seguidas (50-54). El juego interior fue clave para el Baloncesto Sevilla, sobre todo ante el escaso acierto desde el triples (11% en 11 de 18). El cuadro de Luis Casimiro pareció distanciarse al inicio del último acto (54-60), aunque una falta antideportiva decretada a Willy Hernangómez dio vida a los locales, que le dieron la vuelta al electrónico a falta de 2 minutos (64-63).

El sufrimiento estaba llamado a ser el signo del partido. Por fortuna, el equipo mantuvo el temple y supo cerrar la victoria en un final agónico. El trabajo y el esfuerzo han valido la pena, al igual que no rendirse.

Así celebró el Baloncesto Sevilla la victoria