El periodismo deportivo se acostó anoche con un miembro menos en su extensa y heterogénea alineación. Pero no es una pérdida cualquiera. Hoy el día ha amanecido distinto, un poco menos claro, un poco menos intenso, un poco menos maravilloso. Cuando todavía no se saben las causas de su muerte, el mundo del deporte no se cree aún la pérdida de Andrés Montes. Y es que con él las retransmisiones deportivas eran otra cosa.

Paco C. de la Villa. Treinta años de profesión dan para mucho y Andrés Montes lo ha demostrado. Hay veces que el espectador busca un estímulo que le haga disfrutar mientras ve un partido desde su casa. Si el equipo que está jugando es el tuyo de toda la vida no hay problema porque aunque haga el partido más malo de su historia, es tu equipo. Pero cuando se trata de ver el baloncesto o el fútbol por el simple hecho de ser un amante del deporte, se busca un aliciente diferente que te enganche y divierta mientras lo ves, algo que Montes aportaba.

Los amantes del baloncesto nunca podrán olvidar los 11 años que estuvo narrando los partidos de la NBA para Canal +, acercando la mejor liga de baloncesto del mundo a los aficionados españoles. Y qué decir de la selección española, la ÑBA. En los últimos tres años hemos tenido la fortuna y el placer de disfrutar con la mejor selección de la historia del baloncesto español, sin desmerecer la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles (1984).

Andrés Montes nos contó el histórico Oro en el Mundial de Japón en 2006 frente a Grecia, y sufrimos con él la dramática semifinal ante Argentina. Además sobrellevamos el varapalo del subcampeonato del Eurobasket de España en 2007 frente a Rusia, pero supimos reponernos en el Europeo de Polonia hace apenas unas semanas donde la selección consiguió por primera vez la medalla de oro.

El baloncesto debe estar agradecido a su labor, pero el fútbol no se debe quedar atrás. Montes, acompañado del inseparable Salinas, han sido la pareja de narradores de fútbol más divertida que jamás he visto. ¿Puede ser divertido un partido entre Trinidad y Tobago-Costa Rica? Pues sí.

El Mundial de Alemania de 2006 forjó la base de la actual selección española de fútbol que tantas alegrías nos está dando. Fue entonces cuando empezamos a conocer el término ‘tiki-taka’, sinónimo de buen juego, y empezamos a creer en un posible éxito del fútbol nacional que más tarde llegó con la Eurocopa de 2008.

Ya no habrá más ‘fútbol con fatatas’ y Salinas no podrá buscar más las llaves. Los ‘jugones’ no podrán jugar al ‘tiki-taka’. ‘Mr Catering’ y la ‘típica salsa canaria’ no meterán más ‘triiiiiiiples’ acompañados de un ‘Ratatatatatá’. Nada de esto volverá aunque quedará en nuestras mentes. Lo que si hemos aprendido es que el deporte contigo era maravilloso aunque a veces la vida no lo sea tanto.

Hasta siempre Don Andrés.

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