Este lema, utilizado por Oliver y los suyos desde su llegada al Betis, viene que ni pintado para reflejar lo que está ocurriendo tras la salida de pata de banco del consejero deportivo del club.

Ismael F. Cabeza. «Ni los nazis hacían lo que hace esta loca». Este es Luis Oliver. El auténtico Luis Oliver, no el que prepara cada uno de los discursos populistas que nos está tocando padecer. Este es Luis Oliver, no el de los fuegos de artificio que utiliza para ganarse a algunos que se dejan mangonear con patrañas de tienda de todo a cien. Este es el mismo que lloriqueaba por los rincones diciendo que su madre lo pasaba mal porque tenía que leer y escuchar cómo a su hijo lo llamaban tal o cuál. ¿Qué pasa con la familia de la jueza? Tiene que aguantar cómo la comparas con los nazis y la llamas loca y no pasa nada, ¿verdad?

El incidente tuvo lugar en una peña bética de Utrera (no entiendo qué pinta este hombre en una peña bética y, lo que es peor, invitado por presuntos béticos). Un bético (este sí) le cuestionó su legitimidad a la hora de dirigir el club y a Oliver no se le ocurrió nada mejor que soltar la burrada que podéis leer arriba.

Pero la cosa no quedó sólo en eso. Viéndose sorprendido por la grabación de sus comentarios y después del revuelo que se montó, intentó justificarse emitiendo el siguiente comunicado (al más puro estilo Lopera, utilizando la web oficial del club):

«Ante las declaraciones del consejero deportivo, D. Luis Oliver, en una conversación privada con un grupo de peñistas y publicadas por diferentes medios de comunicación, se quiere dejar claro que se trataba de una reunión privada y una conversación en la que se hablaba de forma coloquial y sin tener constancia de que estaba siendo grabada, utilizando en todo momento la legítima libertad de expresión. Asimismo, se desea manifestar que se tiene un profundo respeto a la persona y al trabajo de la Sra. Jueza, y señalar que se continúa trabajando día a día para hacer avanzar a la entidad».

No sé qué es más patético, si la frase que originó la polémica o el comunicado posterior. Y, para rematar la faena, tras el partido de Copa del Rey declaró que en su casa pensaba cosas peores de la jueza. Ahí queda eso. Si todos utilizáramos nuestra «legítima libertad de expresión«, como reza el comunicado, para llamar a más de uno «nazi«, «loca» o cosas aún peores, ¿qué pasaría?

Después de esto, los miembros del consejo de administración del Real Betis Balompié tienen una nueva oportunidad de mostrar un poco de beticismo cesando de sus funciones a un personaje que demuestra día a día que no tiene la mínima catadura moral exigible para llevar las riendas de un club centenario. Es de esperar que el consejo de administración no mueva un dedo y siga siendo cómplice del despropósito en el que han convertido al Betis entre todos. Antes eran floreros de Lopera y ahora lo son de Oliver. Y lo peor de todo es que siga habiendo gente que defienda a personajes de esta calaña…

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