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La subdelegada del Gobierno en Sevilla, Felisa Panadero, ha mantenido una reunión con los presidentes de los clubes de fútbol sevillanos para abordar la violencia en el fútbol.

La presencia de aficionados violentos en los campos de fútbol es una realidad que ha empezado a estar de actualidad tras los graves incidentes ocurridos en Madrid la pasada semana, y que viene siendo seguido de cerca por la Subdelegación del Gobierno en sucesivas reuniones celebradas en los últimos años.

En la reunión, a la que ha asistido el comisario provincial de Policía Nacional, Juan Rojo, acompañado por mandos policiales de Sevilla y los coordinadores de seguridad de los estadios de Sevilla y Betis, se ha abordado la necesidad de reforzar la seguridad tanto en los estadios como en sus alrededores, antes, durante y después de la celebración de encuentros deportivos.

La subdelegada del Gobierno ha recordado a los presentes que hay que sancionar a los que incumplen la Ley contra la Violencia en el Deporte, y ha mostrado su confianza en la colaboración de los dos clubes sevillanos para que erradiquen de su seno a aquéllos que utilizan el fútbol para organizar enfrentamientos violentos.

Felisa Panadero ha señalado que si existe buena voluntad por todas las partes es posible separar a los violentos de los espectáculos deportivos, que deben ser motivo de fiesta y esparcimiento y no generadores de tensión y enfrentamiento. Para ello es importante que los clubes de fútbol tenga identificados a los que practican la violencia y se les impida el acceso a las instalaciones, permitan realizar su trabajo correctamente a los agentes de la Policía Nacional, facilitándoles información y los espacios correspondientes, así como evitando los sobreaforos que se producen en determinadas parcelas, que impiden a los agentes de Policía Nacional la intervención en caso de producirse incidentes.

La subdelegada del Gobierno ha manifestado, además, que las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado están para garantizar el orden público y servir a la ciudadanía en su conjunto.

Los presidentes de los clubes sevillanos, Sevilla y Betis, se han comprometido a reforzar sus empeños para evitar los comportamientos violentos en las gradas de los estadios, y establecer medidas que desactiven a los organizadores de grupos ultras, cuyas actividades estén encaminadas a generar violencia amparados en la celebración de eventos puramente deportivos.