Vidakovic ha vuelto esta tempoarada a Sevilla para entrenar el Écija Balompié

A lo largo de la Historia del Real Betis Balompié podemos encontrar grandes jugadores, ya sean porteros, defensas, medios o delanteros. Siempre se dice que los que más llaman la atención y quienes se llevan todos los honores son los atacantes por el hecho de materializar los goles, la llamada salsa del fútbol. Hoy traigo a este rincón, no obstante, a un defensa, líbero mejor dicho, que se convirtió en protagonista y leyenda del club la década pasada.

Ismael F.Cabeza. Por mi edad no tuve la suerte de ver jugar en directo a mitos verdiblancos como Eusebio Ríos o Biosca. Quienes sí lo hicieron hablan maravillas tanto de ellos como de otros centrales que dejaron su huella en el Benito Villamarín. A quien sí pude disfrutar es a nuestro protagonista de hoy.

Hristo Vidakovic nació el 5 de enero de 1969 en Sekovii (Bosnia, aunque entonces aún era la República Federal Socialista Yugoslava). La carrera futbolística de Vidakovic tuvo su comienzo en el club FK Sarajevo, donde militó hasta el año 1992. Tras estallar la guerra yugoslava fichó por el Estrella Roja de Belgrado, para ser contratado en 1994 por el recién ascendido a la primera división española Real Betis Balompié.

En el Betis cuajó sus mejores temporadas. Finalista de la copa del Rey (perdida ante el F.C. Barcelona por 3-2 en el año 1997) y quedando tercero en la liga (dicha plaza aún no daba acceso a Champions sino a la UEFA), también sufrió con el descenso del club verdiblanco a segunda división en el año 2000. Durante las seis temporadas que militó en el conjunto bético disputó 120 partidos.

Tras consumarse el descenso fue traspasado al C.A. Osasuna. Sólo estuvo una temporada en Pamplona, siendo fichado por el Polideportivo Ejido, de la segunda división. Después de una campaña en el conjunto almeriense se retiró definitivamente en el año 2002. Como internacional disputó un partido con la República Federal Yugoslava y ocho con la nueva República de Yugoslavia.

Risto Vidakovic dejó una profunda huella en el Real Betis Balompié. Inolvidable su técnica y su forma de sacar la pelota jugada siempre con la cabeza alta. Marcó algunos goles increíbles ante el Real Valladolid y ante el Sporting de Gijón, recorriendo todo el campo desde la defensa sorteando rivales hasta batir al portero contrario.

También le marcó un gol espectacular al Real Madrid en el feudo verdiblanco, gol que a la postre le saldría muy caro ya que en dicha jugada sufrió una grave lesión que frenaría de forma casi definitiva su progresión.

Tras colgar las botas trabajó como asistente en la selección serbia de fútbol en los años 2006 y 2007. En 2008 y 2009 fue segundo entrenador del Real Murcia y este Verano firmó como primer entrenador del Écija Balompié, encuadrado actualmente en el grupo IV de la segunda división B española. Un club cuyo vicepresidente es, curiosamente, su ex compañero Rafael Gordillo. Vidakovic vuelve así a la ciudad que le dio gloria. La única tierra donde su fútbol será eterno.

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