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El equipo verdiblanco logró decantar la balanza muy a su favor, gracias a una excelente actuación colectiva y a los tantos de Leo Baptistao y Salva Sevilla. Calderón ganó la batalla táctica de manera incontestable.

No defraudó el primer derbi europeo en la ciudad de Sevilla. Emoción, goles y lucha sobre el césped de un Sánchez Pizjuán que empezó ardiendo y que acabó helado tras ver cómo el Real Betis se lleva al Villamarín un más que valioso 0-2 en su bolsillo.

Pocas sorpresas hubo en el once que puso en liza el técnico Calderón para el cuadro verdiblanco, salvo la inclusión de Caro en detrimento de Salva Sevilla. La apuesta era clara: secar a Rakitic a base de músculo (N’Diaye) y aprovechar la velocidad de hombres como Cedrick o Rubén Castro.

En el lado local sí que había mayor expectación por conocer cómo supliría Unai Emery la baja de Daniel Carriço y qué sistema utilizaría. Finalmente colocó a Fernando Navarro junto a Fazio en el eje de la zaga y optó por el 4-2-3-1 habitual, con Carlos Bacca como hombre más adelantado y con Ivan Rakitic en la media punta, respaldado por Vicente Iborra y Sebastián Cristóforo en el doble pivote.

Comenzó el choque con la tónica habitual de los últimos derbis. Un Sevilla mordiendo y sorprendiendo a las primeras de cambio. Solo habían transcurrido unos segundos de partido cuando el colombiano Carlos Bacca se plantó mano a mano con Adán, pero en esta ocasión el balón no acabó entre las redes de la portería verdiblanca. El guardameta logró despejar a córner con el pie.

La tensión es otro de los elementos imprescindibles en un derbi de estas características. Ya se palpaba incluso antes de cumplirse el minuto cinco de encuentro, con una pequeña tangana que el colegiado turco Cuneyt Cakir supo calmar.

El Betis no estaba dispuesto a permitir una nueva humillación en terreno enemigo, y supo hacer lo que en los últimos años no hizo: plantar cara a base de llegadas y colocarse de manera ordenada y sistemática, tapando a Rakitic cuando este recibía la pelota y obligando a los locales a sortear el balón. Fue en la segunda llegada al área cuando el Betis lograría adelantarse en el marcador: un gran centro desde la derecha de Juanfran acabó en la cabeza de Leo Baptistao, quien acudió el primer palo para batir de un soberano testarazo a Beto.

Golpe anímico, pues, de los hombres de Calderón a un Sevilla que no se lo esperó. La afición, consciente de lo mucho que ese tanto puede dañar en la eliminatoria, no dudó en alentar a los suyos en busca de una reacción. Una reacción que llegó en forma de ocasiones, pero que no se materializaron.

Bacca fue el hombre que más lo intentó, y también el que más se estrelló con Adán, que en el minuto 19 volvió a salvar a los suyos tras un cabezazo a bocajarro del colombiano gracias un magistral pase de Rakitic. También lo intentó Alberto Moreno en el 23’, al internarse y disparar con la zurda. Su chut se marchó rozando el travesaño. Pero la más clara de todo el choque la tendría Reyes en el minuto 38, con un nuevo mano a mano que desbarató de nuevo Adán.

El Sevilla acabó la primera parte apretando y acorralando a los visitantes, pero el orden de la defensa bética impidió el empate.

Tras el descanso, el Sevilla salía con la inclusión de un doble cambio. Emery dio entrada a Gameiro y a Diogo en detrimento de Cristóforo y Coke. Eso provocaría que Ivan Rakitic retrasase su posición para dar más profundidad y sentido a la salida de juego de los nervionenses, algo que supo leer Calderón para evitarlo.

El poderío físico y el sacrificio de N’ Diaye se sumó a las ayudas de Lolo Reyes, una combinación que se transformó en un trabajo determinante en el resultado final del partido.

Por su parte, el Sevilla seguía comiéndole terreno a su rival, pero sin acierto. Vitolo y Gameiro tuvieron las ocasiones más claras para el empate, pero ambos ni siquiera lograron rematar entre los tres palos. El canario se adelantó al meta bético tras un pase de Reyes, pero se quedó sin ángulo para chutar, mientras que el francés desperdició primero un gran control y posteriormente un excelente pase con el exterior de Marko Marin al segundo palo que superó a Adán y que solo tenía que ser empujado. El galo falló y se lamentó.

El Betis, que ya había avisado con un mano a mano fallido de Baptistao, y posteriormente con una galopada de Cedrick, se encontró con el segundo. Precisamente fue un exsevillista el que fustigase a los locales: Salva Sevilla, recién salido al terreno de juego, logró controlar y contener la pelota entre varios defensores al borde del área, para adentrarse y colocar fenomenalmente el cuero en las mayas de Beto. 0-2 y explosión de júbilo entre los seguidores verdiblancos que se hallaban en la grada sevillista.

Tras el gol, el Betis se agazapó en su campo y los de Emery intentaron sin fortuna enlazar alguna jugada que les condujese a acortar distancias en la eliminatoria. Una distancia con la que se llegó al término del choque, pasados los seis minutos de descuento y que se antoja bastante complicada de voltear. El desenlace, en siete días y en el feudo del Real Betis, que ve en esta victoria la confirmación de su mejoría y la cristalización de sus esperanzas de salvación.

Ficha Técnica

Sevilla FC: Beto; Coke (Diogo, min. 45), Fazio, Navarro, Alberto Moreno; Iborra, Cristóforo (Gameiro, min. 45)., Rakitic; Reyes, Vitolo (Marin, min. 65) y Bacca.

Real Betis: Adán; Caro, Perquis, Jordi, Didad; Lolo Reyes (Amaya, min. 78), N’Diaye, Juanfran, Cedrick (Vadillo, min. 73), Leo Baptistao y Rubén Castro (Salva Sevilla, min. 66).

Goles: 0-1. Leo Baptistao, min. 14, 0-2. Salva Sevilla, min. 76

Árbitro: Cuneyt Cakir (Turquía). Amonestó en el Betis a Cedrick, Caro, Jordi, Adán y a Leo Baptistao, mientras que en el Sevilla mostró amarilla a Iborra.

Incidencias: Estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Partido de ida correspondiente a la eliminatoria de octavos de final de la Uefa Europa League.

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