El delegado de Transición Ecológica y Deportes del Ayuntamiento de Sevilla, David Guevara, junto al vicepresidente y delegado provincial de Sevilla de la Federación Andaluza de Montañismo, Manuel Yanes, han visitado las obras de renovación del  rocódromo de San Pablo que se están ejecutando gracias a la colaboración entre el IMD y la Federación. Los trabajos de mejora de esta instalación se están realizando a través de reciclaje y reutilización de piezas apostando así por un modelo de intervención sostenible.

El rocódromo de San Pablo es una instalación que gestiona la Federación Andaluza de Montaña, con la participación de los clubes que suelen entrenarse, como el Grupo de Montaña Arándano. En este sentido, el equipamiento había agotado su vida útil y no presentaba nuevos retos de ocio o competición debido a que se había obsoleto. 

La nueva planificación apunta a la definición de superficies orgánicas con diferentes inclinaciones y superficies más parecidas a las tendencias actuales de estas instalaciones que proponen retos actualizados para los deportistas.

La nueva propuesta consiste en la ejecución de placas desplomadas acopladas a la estructura anterior uniendo los saltos y referencias existentes, completando el vacío existente entre la baja dificultad de las vías inclinadas y verticales y la alta que presentan los grandes techos. Esta intervención se desarrolla en los paneles con menos uso, los situados a la izquierda del complejo, donde se anclan las nuevas estructuras con nuevas placas desplomadas y diferentes inclinaciones.

La estructura queda cubierta y protegida a la acción de los rayos UV, la humedad y la lluvia. Para su ejecución se han añadido nuevas estructuras metálicas y nuevos paños reciclados que se han unido a la superficie original, compuesta por hormigón. Su adhesión provoca nuevos juegos armónicos  más acordes a las tendencias de este deporte en la actualidad. También se han reutilizado presas anteriores y elementos de protección, como las diferentes capas de seguridad a partir de neumáticos, palés de madera y lonas sobre las que se ha colocado una última lona antihumedad.

El presupuesto de esta actuación supone además una inversión en torno a 35.000 euros que se han financiado en parte a través de una campaña de crowfounding y la Federación Andaluza de Montaña