Casi seis años después de su llegada, el ‘10’ sevillista vuelve a su país con seis títulos a sus espaldas y muchos goles marcados en el conjunto nervionense.

Y es que ‘Luisfa’ vino a Sevilla tras un mal año en Oporto tanto deportivo como personal y fue Monchi quien confió en el brasileño para que demostrara lo que valía en el terreno de juego. Pero sus comienzos aquí no fueron sencillos y fue muy criticado en su primera temporada sobre todo, porque no alcanzó las expectativas que todos esperaban de un goleador. Tuvo una cifra bajísima de goles en Liga para ser un delantero. Aún así tuvo un importante papel en Europa y abrió la lata en la final ante el Middlesbrough. Aquella final de Eindhoven sería el primero de muchos éxitos con la elástica sevillista.

El siguiente año fue algo irregular para él y tuvo tintes negativos como la famosa pelea con Diogo, pero el paulista poco a poco iba mostrando ganas y ganándose la confianza de Juande Ramos mientras se jugaba el puesto con Kerzhakov. Sería la temporada siguiente cuando despuntaría de forma definitiva como compañero de Kanouté en la delantera. Así, fue uno de los máximos goleadores de la Liga española, siendo solo superado por Güiza en la clasificación del Pichichi.

Las temporadas siguientes siguió teniendo un papel importante en el equipo tanto en Liga como en Copa, donde consiguió su último título el año pasado, y en Europa. Esta proyección le valió para volver a la selección brasileña, llegando a ser el ‘9’ carioca en la Copa Confederaciones, la cual conquistó. Llegó a ser incluso Bota de Oro del torneo, como en el Mundial, ambos jugados en Sudáfrica en 2009 y 2010 respectivamente.

Sus buenas actuaciones siempre lo han tenido en el punto de mira de muchísimos equipos, a veces dejándose querer eso es cierto, pero acabó renovando con el Sevilla a pesar de haber sido vendido menos de un año después. Pero como ya he dicho, con muchos éxitos conseguidos desde aquel verano 2005 y convirtiéndose en una de las leyendas de la historia del Sevilla, sobre todo tras haber formado parte de la época más dorada del club.

Así que le deseo a Luis Fabiano mucha suerte en su vuelta a Sao Paulo y que esperamos verlo pronto por aquí, ya que ha expresado su intención, al retirarse, de vivir seis meses en Brasil y otros seis en Sevilla.

Añado que se está demostrando que esta temporada está siendo de transición, los estandartes de los cinco títulos poco a poco se están marchando o dejando sus puestos de titulares a nuevos jugadores como es el caso de la portería, en la que Javi Varas se lo ha quitado nada menos que a Palop. El año que viene se prevé un equipo con varias altas de canteranos. Quizás el nuevo ciclo pase por la carretera de Utrera más que por el mercado exterior, ya que la factoría sevillista está plagada de nuevas y jóvenes promesas que prometen dar muchas tardes y noches de gloria al sevillismo.

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