Unas gustan más y otras menos. Algunas nada. De todo hay en la sección oficial. Y entre el público de este festival, año tras año: quienes se quedan con entradas en casa o el bolsillo (-«Están agotadas», dicen mientras en taquilla), quienes siguen entrando una vez iniciada la proyección y quienes siguen llenando suelo y asientos de palomitas: sólo en el Sevilla Film Festival.
Miguel Ybarra Otín. He aquí dos críticas. La turca ‘Men on the bridge’ se alza con el primer punto negro. Mejor rato hace pasar la comedia ‘In the loop’, donde nos reímos de y con los políticos.
‘Men on the bridge’ ·
Hombres en el puente (del Bósforo), suspendidos en ningún lugar, metáfora quizás de las vidas de los personajes: sin rumbo ni ideas claras, tal que Asli Özge, directora del film. Que nos cuenta las historias de una pareja sin magia, un policía en busca de amor y un joven vendedor callejero de flores que sueña con otro trabajo. Ambientado todo en la maravillosa ciudad de Estambul y con mirada femenina, el título prometía. Pero muy pronto explota, como una pompa de jabón que -vacía- se queda en nada.
Mal dirigida, mal contada, mal interpretada. Es lenta, pero no se le critica por la distinta concepción del tiempo que impera en esos lares. Sí se le critica que ni un solo diálogo ofrezca algo de interés, ingenio, belleza… lo mismo que puede decirse respecto a la forma de rodar, de situar la cámara y de elegir las localizaciones, desaprovechando las fantásticas posibilidades de esta urbe que aquí parece otra, sin vida, porque es una cinta muerta: los personajes siempre hablan sentados y ni una escena en todo el film destella sentimiento. Una pena.
‘In the loop’ ***
Lleno de ritmo y muy bien interpretado es este primer film de Armando Iannucci, director italo-británico que realiza en su guión una excepcional demostración de ingenio y capacidad de sátira, insulto y ridiculización. La tradicional virtud dialéctica del político queda al servicio exclusivo de la (divertida, la verdad) ofensa y humillación. Del primer al último minuto. Diálogos ácidos, humor negro.
Toda una sucesión de reuniones entre altos políticos británicos, sus asesores, y sus homólogos estadounidenses. Envidias, celos, hipocresía, mala leche y desprecios a más no poder. Juego sucio: encubrimiento de informes desfavorables, filtraciones a la prensa, planes chapuceros, reunión por todo lo alto -general y senadora- en el cuarto de los juguetes: posibilidad de guerra en Oriente Medio y cuentas con la calculadora del niño pequeño: -«¿Enviar 12.000 soldados? -«No, 12.000 son los que van a morir. Hay que enviar más: si no vuelve ninguno parece que has perdido».
Políticos y militares que banalizan y juegan a ser políticos y militares. Geniales Peter Capaldi, Tom Hollander y James Gandolfini. Comedia canalla.