El proyector del Teatro Alameda se ha instalado sólo para el SEFF'12/Ángel Espínola

La novena edición del Festival de Cine Europeo (SEFF’12) llegó anoche a su fin con la gala de clausura y la entrega de premios. Sevilla estuvo a la altura de un certamen de mucho nivel.

Nueve días de magia, de historias, de sueños. Nueve días de vida. Nueve días en los que los periodistas hemos habitado en una sala de cine, siendo una butaca nuestra oficina principal. Nueve días de película, del mejor cine de Europa. Nueve días de proyectores a toda marcha que finalizaron anoche con la gala de clausura en el Teatro Lope de Vega.

En el acto, presentado por el actor Alex O’Dogherty, se entregaron los diferentes premios otorgados por el festival, entre ellos: el Premio del Público, para ‘Amour’, el Giraldillo de Plata, para la griega ‘Boy Eating the bird’s food’ o el Giraldillo de Oro, para la sueca ‘Eat Sleep Die’.

Los galardones, que se dieron a conocer por la mañana, crearon, un año más, bastante sorpresa. Y es que las películas premiadas dentro de la Sección Oficial (las que optan al Giraldillo de Oro y Plata) apenas han creado expectación, ni de público ni de crítica. El jurado ha otorgado las distinciones a filmes con escasa proyección comercial pero con un formato más innovador. El palmarés completo, aquí.

La gala de clausura, por otra parte, también sirvió para homenajear a la actriz, cantante y directora portuguesa María de Medeiros, que recibió el Premio Ciudad de Sevilla del SEFF’12. Medeiros confesó ante la prensa que «mi fascinación por Andalucía ha ido creciendo a lo largo de mi vida. Esta región, que conocí gracias a que mi padre tocaba a Falla y a otros compositores de aquí, me ha dado mucho siempre».

La última proyección del festival fue la francesa ‘Cherchez Hortense’, una película de tinte comercial con una historia interesante y con interpretaciones bastante aceptables. Un cierre digno a una jornada que, pese a ser la última, volvió a contar con salas repletas en los 22 metrajes que se proyectaron. ‘Tabu’, del también portugués Miguel Gomes, fue la que más expectación creó.

Cienfuegos eleva el nivel

Llegó entre dudas tras su destitución como director del Festival de Cine de Gijón. Pero ha callado muchas bocas y ha logrado elevar el nivel de ediciones anteriores en apenas cinco meses (tiempo record para un evento de este calado). José Luis Cienfuegos ha cumplido con nota su primera edición al frente del SEFF’12. El festival, tras un inicio poco llamativo, ha ido a más, alcanzando un nivel de calidad de las películas bastante aceptable.

Salvo algunos puntos negros ciertamente criticables (la presencia de ‘Recoletos Arriba y Abajo’, por ejemplo, es inaceptable en un festival de esta categoría), las diferentes secciones de la muestra han presentado proyectos más cercanos para el público que otros años. Y a la vista está que el sevillano ha respondido acudiendo en masa a las salas, ya fuera para ver cine andaluz como para visionar cortometrajes o documentales. La ciudad ha vuelto a demostrar que, frente a lo que en un principio declaró el propio Cienfuegos, sí que agradece los eventos culturales bien montados.

En el aspecto organizativo, y también con escasas excepciones, el SEFF’12 también ha rendido a un gran nivel. Se ha echado muy en falta la presencia del Cine Cervantes y en cuanto a los premios, aunque esto ya no sólo depende de la organización, han sido algo polémicos. Por lo demás, y aún habiendo muchos aspectos en los que reflexionar, ha sido un festival prometedor, que amenaza con mejorar en las próximas ediciones.

El cine europeo ha demostrado que también puede tener tirón. Que no necesita grandes presupuestos para lograr llenar las salas. Basta con entradas baratas, un certamen decente y una ciudad a la altura. Esa ciudad, Sevilla, apagó sus proyectores para dejar paso al cine más convencional, el de siempre. Pero cine al fin y al cabo.

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