Más de medio centenar de centros de enseñanza primaria y secundaria pasaron por sus instalaciones. Sevilla, Huelva y Córdoba son las provincias de las que proceden la mayoría de escolares que han visitado San Pablo.
El Aeropuerto de Sevilla atendió el año pasado la visita de 56 centros de enseñanza primaria y secundaria, lo que permitió a 2.800 estudiantes conocer de cerca el funcionamiento de sus instalaciones.
A través de un ameno recorrido de unas tres horas de duración, los alumnos constataron la cantidad de actores y servicios que intervienen para garantizar la operatividad y seguridad de un aeropuerto, así como la importancia que tiene esta infraestructura para el desarrollo de un medio de transporte fundamental.
Los viajeros que van a coger un vuelo tienen su primer contacto con el aeropuerto a través del edificio terminal, y es aquí donde arrancan las visitas escolares que
Aena lleva años organizando en Sevilla.
El personal de Información explica a los estudiantes desde cómo se trabaja en los controles de seguridad, hasta la forma en la que se organizan los embarques o qué utilidad tienen las principales estancias del edificio, entre las que también figura la sala de recogida de equipajes. A medida que transcurre la charla, los niños van haciendo el itinerario, como si de unos pasajeros más se tratara.
La siguiente parada la realizan en la halconera, donde suele generarse una enorme expectación. Para llegar hasta esas instalaciones, los alumnos hacen un breve recorrido por el lado aire, lo que les permite ver en directo el trasiego de los aviones en la plataforma de estacionamiento del aeropuerto.
El cometido de las aves rapaces que habitan en la halconera no es otro que surcar el entorno del campo de vuelos varias veces al día (y de forma aleatoria), para ahuyentar la avifauna de la zona y evitar que acceda al área de movimiento de las aeronaves, debido al riesgo que ello conlleva.
Precisamente, el halconero instruye a los alumnos acerca de esa labor de las rapaces, pero también sobre las capacidades que tienen: desde la velocidad que alcanzan, hasta la visión privilegiada de la que gozan. Y todo ello aderezado con una demostración, en la que los niños disfrutan del majestuoso vuelo de los halcones y su imponente porte.
A continuación, hacen escala en el Servicio de Extinción de Incendios (SEI), donde los bomberos les detallan en qué consiste su trabajo y qué características tienen los equipos que utilizan. El momento más excitante para los escolares llega cuando el personal del SEI les permite subir a alguno de los camiones de la dotación o activar la manguera de los mismos.
Gracias a las visitas escolares, los alumnos salen con una idea bastante precisa de las pautas que debe seguir un pasajero para tomar un vuelo o desembarcar de
él, así como de todo el esfuerzo que se realiza para que un trance tan sencillo a simple vista sea lo más ágil, cómodo y efectivo posible.
Estos recorridos se organizan dos días a la semana, coincidiendo con los meses del curso escolar. Distribuidos en grupos de hasta 55 estudiantes de entre 5 y 18
años, proceden de centros públicos, privados y concertados y, aunque la mayoría tienen sede en Sevilla y su provincia, también los hay que vienen desde diferentes puntos de Huelva y Córdoba.