La obra cumbre del arquitecto sevillano cumple ocho décadas sumergida de lleno en actuaciones de conservación de su entorno. El Ayuntamiento convocará un concurso de ideas para elegir al autor de la imagen a tamaño natural de González que presidirá la Glorieta que actualmente lleva su nombre, situada frente a la Plaza de España. Durante el mes de mayo, la capital celebra el aniversario de la Exposición Iberoamericana de 1929
Antonio Campos/Sevilla Actualidad. Es la joya sevillana por excelencia, la que visitan cientos de miles de turistas año tras año. Cumple ocho décadas; 80 años siendo el centro de todas las miradas en Sevilla.
Su artífice, el arquitecto sevillano Aníbal González, supervisó la construcción de la Plaza de España casi ladrillo a ladrillo durante quince años. Sin embargo, apenas tuvo tiempo para completarla plenamente realizada: murió poco antes de cumplirse un mes de su inauguración, en mayo de 1929.
Por entonces, un nueve de mayo se abría a la mirada curiosa de todos la obra cumbre de la Exposición Iberoamericana de Sevilla. Décadas después, Aníbal González presidirá para siempre su “niña mimada”. El Ayuntamiento hispalense ya ha anunciado un concurso de ideas para elegir al autor y el trabajo que, en forma de monumento conmemorativo, reconocerán de manera perpetua la aportación a la ciudad realizada por el arquitecto sevillano de principios del siglo XX.
Así, el monumento presidirá el centro de la Glorieta que actualmente lleva su nombre, contribuyendo a la recuperación del esplendor de la octogenaria Plaza de España. En su elección participará activamente la ciudadanía, que podrá visualizar los trabajos presentados y decantarse por su favorito. Antes, familiares del arquitecto, profesores de Universidad, delegaciones municipales y Comisión de Patrimonio revisarán su calidad artística y seleccionarán las mejores obras presentadas a concurso.
Según figura en las bases, el monumento deberá ser a tamaño natural y habrá de realizarse con materiales naturales y resistentes. La organización pretende que a finales de este mismo año se conozca el fallo del jurado, para que el ganador pueda así dedicarse a la realización de su trabajo y tenerla lista de cara a la culminación de la remodelación de la Plaza de España y la peatonalización de la Avenida Isabel la Católica, previstas para el segundo semestre de 2010. El premio: 65.000 euros y la autoría del mejor homenaje que podría pensarse para uno de los hijos de Sevilla.
El regalo de González a Sevilla
Aníbal González fue nombrado arquitecto jefe de las obras de la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1910, tras ganar un concurso para el que elaboró un anteproyecto que incluía cinco partes y que no fue llevado a cabo tal como aparecía en sus planos.
No obstante, ideó la ejecución de tres palacios como edificios principales para le Expoción: el Pabellón Mudejar –hoy Museo de Artes y costumbres populares; el pabellón de la Bellas Artes -actualmente Museo Arqueológico-; y el Pabellón Real, todos dentro de la denominada Plaza de América.
Pero no será hasta 1914 cuando elabore el proyecto más ambicioso de toda la exposición, la Plaza de España. Un gran hemiciclo al aire libre que comprendía el gran palacio y la plaza que lo rodea.
12 millones de euros para la conservación de la Plaza de España
En un primer momento, las actuaciones se están centrando en la reposición de la balaustrada deteriorada y el llenado de la ría de la Plaza de España, que lleva ocho años seca. Asimismo, se está llevando a cabo la ejecución de las redes de tratamiento del agua de la ría, así como la renovación de la red de saneamiento de la plaza y su conexión hasta la Raza. Además de lo anterior, se proyecta una canalización para el llenado de la ría desde el pozo situado próximo a la torre sur. Por último, se ejecutará la estación de tratamiento del agua de la ría.
Además, se ha proyectado la reparación del pavimento del paseo interior y de la plaza central, así como la reposición del pavimento perimetral a la ría y la restauración de los bancos situados en este perímetro; también la instalación de alumbrado público en la balaustrada de piedra natural. Incluso se repondrá toda la jardinería afectada por las obras.
Pero el proyecto de regeneración integral del Parque de María Luisa no terminará en este punto, ya que se prevé su unión con la Plaza de España, quedando todo el conjunto bajo una sola linde peatonalizada. Una actuación que supondría la demolición del vallado del parque en la Avenida de Isabel la Católica.