Entre los días 27, 28 y 29 de enero se celebraron en Sevilla las Jornadas Internacionales de Arte en Acción del Pumarejo, una iniciativa de la galería Weber – Lutgen que contó con la participación del Centro Vecinal del Pumarejo y el Laboratorio Intr:Muros. Un par de semanas después charlamos con María AA. comisaria de las jornadas.

Carlos García de Castro. -¿Cómo nació el proyecto de las JIAAP y qué objetivos se marcó?

María AA. -Durante los meses noviembre y diciembre realicé en la Galería Weber-Lutgen la exposición Performance sobre Plano. En ella mostraba una de mis líneas de investigación en torno a la expansión de la acción, en este caso hacia la creación de un objeto plástico autónomo y la exploración del campo de la performance como experiencia mental. Durante la misma estuve la mayor parte del tiempo trabajando en el despacho de la galería para poder atender las visitas que hubiese. Edward Weber, su director (y también director de las jornadas) y yo conversamos sobre muchas cosas en esos dos meses que estuvimos trabajando en el mismo espacio. El día 26 de noviembre realicé la performance Homenaje al Realismo Mágico Sevillano, basada en una de las partituras expuestas, como una de las actividades de la exposición.

Hablando de este tipo de trabajo con Ed, comentamos las pocas ocasiones que había de verlo en vivo que había en Andalucía en general y en Sevilla en particular, sobretodo en este formato reducido, no espectacular o necesitando muchos medios, en el que el foco de atención esta muy concentrado en la persona que acciona. Yo lo conocía de Madrid y Valencia (a nivel nacional) y estuvimos viendo ejemplos del formato y la experiencia que yo había tenido de ellos. A mediados de la exposición Ed me propuso organizar unas jornadas con este perfil, teniendo la galería como sede central, pero abriéndose hacia el barrio, implicándolo, buscando que lo identificara como un encuentro propio.

SA. -Las jornadas se concentraron en el arte de acción. ¿Qué concepto del arte de acción se tiene desde la organización?

MAA. -Mi concepto de la performance es el de una actividad realizada por una persona (en tanto es esa persona y no finge ser otra, ni con un estatus diferente), en el tiempo en que transcurre dicha actividad (tiempo real, no distendido ni alterado), en el espacio en que se sitúa (específicamente, con sus implicaciones y connotaciones). Esto en relación con otras actividades artísticas como el teatro, con lo que más se relaciona en general.

En cuanto a la consideración de ARTE: El arte es un estado mental y un ejercicio continuo. Como tal no es excepcional ni precisa de formación especifica para ser realizado. Necesita un nivel cultural que desarrolle una mentalidad abierta y curiosa, en perpetuo estado de investigación.

Dicho esto, el arte de acción es la actividad artística en la que la presencia cobra mayor relevancia. No hay artificios ni experiencia mediada. Hay que estar allí y VIVIRLO. Como artista o como público (coautor, cómplice o espectador). Elegir este formato fue hacer una incidencia en este aspecto presencial. Sin grandes medios técnicos ni espacio en el que diversificar las actividades, la atención y el trabajo del performer quedan concentrados (que no reducidos) en lo que se esta haciendo. Esto es uno de los sellos de Ed y de su línea estética y conceptual en la galería.

SA. -Durante los tres días que duró la JIAAP el público sevillano pudo disfrutar de una heterogénea selección de artistas. ¿Qué criterios se siguieron para su designación? ¿Por qué Jornadas Internacionales de Arte en Acción y no sencillamente Jornadas de Arte en Acción?

MAA. -A mediados de diciembre realizamos una convocatoria abierta lanzada a través de diversos medios, a nivel internacional. También hice invitaciones personales a artistas que conocía y me interesaba particularmente su trabajo.

Todas las propuestas fueron estudiadas y seleccionadas por un comité formado por el artista plástico Jesús Algobi, la conservadora de museo Isabel Delgado y yo misma. Una persona procedente de las artes plásticas, una relacionada con la cultura pero no artista, y otra muy relacionada directamente con el campo para tener diversidad de criterio.

A la hora de seleccionar tuvimos en cuenta: que la propuesta tuviese naturaleza performática (y no de otra disciplina; aunque nuestro concepto de performance es muy abierto), que sus componentes estuviesen expuestos con claridad; que se ajustasen al formato “minimalista” de las jornadas; la disponibilidad de los espacios y los calendarios; la diversidad de las propuestas en cuanto a temática (nos llamó la atención las numerosísimas propuestas que se presentaron en que se incidía en la violencia de genero) y su aspecto formal o  técnico de modo que se mostraran las posibilidades de expansión de la performance: hacia la danza (Ana Torres y Anika Burton), el flamenco (Compá_ginarnos), la poesía (Inma Cunill y Marina Molano , lo fonético (Fernando Millán), o mas ortodoxa (Emilio y Franca Morandi), con contenidos mas cercanos a la narrativa (Analía Beltrán i Janés), la catarsis (Paco Lara-Barranco), lo simbólico (Paco Nogales), humorístico (colectivo GIACEC) o lo puramente autorreferencial (Felipe Ortega Regalado e Isabel León), las que tenían un desarrollo previo y posterior a la acción propiamente dicha (Belén Cueto) o que precisaran tecnología (Ignacio Alvarado).

Las jornadas son de Arte de Acción del Pumarejo desde su concepción. En estas conversaciones que Ed y yo mantuvimos durante mi exposición hablamos de muchos más puntos que convergieron en la idea motora de las Jornadas: El carácter performativo andaluz, o dicho de otro modo, la manera de ser y relacionarse que tienen los andaluces (yo viví por este motivo en Triana durante ocho años, explorando esta raíz en un área más entroncada con la tradición flamenca) tan cercana a los planteamientos básicos de lo que yo considero performance. Pero también sobre la excepcional vida cultural del barrio del Pumarejo con el que me relaciono desde los tiempos en que estudiaba en la facultad (finales de los ochenta), en los que ya entonces (y aun ahora) hay mucho taller de artista que vive y trabaja en el mismo barrio, y en la forma que esto ha ido afectando a la cotidianeidad de la zona durante estos 24 años (que yo conozca directamente, si no hay más).