La 17ª edición del ‘Mes de Danza’ logra unos números que la afianza como una de las principales muestras de danza contemporánea tanto en el panorama nacional como internacional.
César Caso. Sevilla se ha movido al ritmo que marcaban los meteóricos datos de un ‘Mes de Danza’ que en esta XVII edición, tras un año de transición, ha conseguido recuperar sus señas de identidad, reactivarse y avanzar. Los datos de los que hablamos han superado con creces las expectativas guardadas: el 88,5% de índice de ocupación, las 15 funciones de las 27 programadas en espacios cerrados que colgaron el cartel de ‘agotadas las localidades’, el alto grado de madurez demostrado por nuestros creadores andaluces con 7 propuestas presentadas y las más de 6.000 personas (casi el 200% más que en la edición del 2008) que han disfrutado de las diversas propuestas, han contribuido a que la última edición de este ‘Mes de Danza’ haya sido un éxito absoluto.
En torno a la temática ‘Danza y Tecnología’, el ‘Mes de Danza’ ha sabido con enorme maestría abrirse a nuevos públicos, y gracias a ella, darse a conocer y despertar interés dentro de otros ámbitos, como el audiovisual o las artes digitales. Sin embargo, a pesar de la temática, es muy probable que esta edición haya sido una de las más eclécticas respecto a los lenguajes.
Un importantísimo avance, en cuanto a la organización del evento se refiere, se ha producido en el ámbito de la difusión audiovisual, pues sirviéndose del báculo informático ha sido posible conocer las novedades del evento a través de su canal de noticias, seguirlo on-line a través del canal ‘Mes de Danza TV’ de la web ‘YouTube’ o conseguir la información más inmediata a través de redes sociales, especialmente de su perfil en ‘Facebook’. A través de estas herramientas se ha conseguido que el acontecimiento goce de una mayor visibilidad tanto a nivel nacional como internacional.
Otro de los grandes logros de esta edición ha sido la puesta en marcha de una línea de trabajo en torno a una temática geopolítica, que este año ha mirado a la zona de Los Balcanes, lo que ha hecho visible no sólo la escena de la danza contemporánea en estos países, sino también abrir una vía de colaboración con ellos, lo cual contribuye a la internacionalización del ‘Mes de Danza’ al convertirse en eje dinamizador de proyectos con otros países.
El ‘Mes de Danza’ ha sabido igualmente abrirse a la ciudad que lo ve nacer con un buen número de espectáculos al aire libre donde hemos podido ver a personalidades como Israel Galván, Laura Arís o agrupaciones como el Centro Coreográfico de Nantes demostrando de lo que son capaces por rincones tan emblemáticos como la Real Fábrica de Artillería, la Catedral o el Monasterio de La Cartuja.
Tras esta edición, sólo es posible agradecer el trabajo conjunto del equipo y de profesionales de diversos sectores, ya que los creadores que han participado ganan la experiencia y el recuerdo del sonido de los aplausos de este público al acabar las representaciones, más o menos entusiastas, más o menos largos pero siempre respetuosos con el esfuerzo y el riesgo que supone poner una idea, un proyecto, una propuesta en escena.
Es por esto que el ‘Mes de Danza’ se enfrenta con optimismo y energía renovada a la que será su próxima edición, en la que se está trabajando desde este mismo momento.