La tercera edición del proyecto Luces de barrio ha aprovechado el Año Murillo para enfocarse en torno a la figura y la obra del pintor sevillano.

Esta es una iniciativa del Área de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo y del Área de Educación, Participación Ciudadana y Edificios Municipales del Ayuntamiento de Sevilla. Comisariado por la Asociación Nomad Garden, el proyecto ha contado además, este año, con la participación de la Universidad Pablo de Olavides. También han colaborado especialistas de distintas doctrinas, desde paisajistas, hasta arquitectos, jardineros, equipos artísticos y docentes.

Así, más de 230 escolares de los centros educativos CEIP San José Obrero, Huerta de Santa María, Andalucía, Vélez de Guevera y IES Salvador de Távora, han realizado un acercamiento a la naturaleza. “Ese día sí fuimos exploradores de verdad”, ha comentado un alumno de quinto de primaria del IES Salvador de Távora.

Estos trabajos serán expuestos en la Casa Murillo del barrio de Santa Cruz durante desde el 20 de diciembre hasta el 7 de enero.

Los niños, según han explicado tras una breve introducción del portavoz de Nomad Garden, Sergio Rodríguez Estévez, han aprendido, a través del programa Arboleda Digital y otros talleres, la cartografía y ecosistemas de especies vegetales propias de los paisajes urbanos.

Estos trabajos serán expuestos en la Casa Murillo del barrio de Santa Cruz durante desde el 20 de diciembre hasta el 7 de enero. Después, “las propuestas se instalarán en los centros escolares, con el objetivo de que enraícen y crezcan, consolidándose así paisajes que mejoren el clima, la nutrición, la biodiversidad, la salud o la memoria de estos entornos”, han incidido desde la organización.

Del mismo modo, podrán seguirse los proyectos y todos los eventos relacionados con esta edición en la página web oficial del proyecto, donde docentes y alumnos han compartido sus impresiones sobre la iniciativa.

Por su parte, la directora general de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, Isabel Ojeda, ha manifestado su ilusión ante “uno de los proyectos que más cariño tenemos desde el ayuntamiento porque es un proyecto colectivo”.

“Este proyecto se inició hace tres años, con el denominado proyecto Alumbra, en el que pretendíamos no solo iluminar las calles sino iluminar aquellas iniciativas sociales y ciudadanas que día a día van trabajando la ciudadanía, de una manera continua y no solo en fiestas”, ha explicado sobre la iniciativa. Y ha concluido: “este año lo hemos querido vincular a Murillo para poner en valor los murillos del siglo XXI, que sois todos vosotros”, dice refiriéndose a los niños.

Posteriormente, en cada centro, un grupo de artistas y paisajistas ha diseñado junto a los estudiantes y las comunidades cercanas un nuevo paisaje natural específico con el objetivo de mejorar la salud, el clima, la alimentación, la biodiversidad y la educación en los propios colegios a través de dispositivos basados en la naturaleza.

Se trata de los estudios de arquitectura Studio Wet (CEIP San José Obrero) y 2dr arquitectos (CEIP Huerta Santa Marina), el proyecto de arquitectura para la infancia Cuartocreciente (CEIP Vélez de Guevara), el equipo TNT formado por Tamara Velasco de Azul Jardines y la arquitecta Teresa Cruz (CEIP Andalucía) y el de la paisajista Pepa Gervasini de Ceninpa y el arquitecto Pablo Pardal (IES Salvador Távora).

Además, durante las tres semanas de Navidad, entre el 20 de diciembre y el 7 de enero, la ciudadanía podrá conocer estas actividades y propuestas creativas a través de un espacio-taller instalado en la casa del pintor, situada en el barrio de Santa Cruz.

Después de las navidades, las propuestas se instalarán en los centros escolares, con el objetivo de que enraícen y crezcan, consolidando así paisajes que mejoren el clima, la nutrición, la biodiversidad, la salud o la memoria de estos entornos. Las intervenciones podrán ser visitadas durante la semana del equinoccio de primavera del 2018 en una serie de jornadas de puertas abiertas.

Huertos móviles y hoteles para insectos, entre las intervenciones

El equipo de creadores formado por Gonzalo Díaz-Recasens y Carlos Díaz-Recasens de 2DR arquitectos ha diseñado una intervención mediante la disposición y guía de enredaderas y plantas trepadoras por la fachada y azotea del CEIP Huerta de Santa Marina que construyen junto a los escolares de este centro a través de distintos talleres para luchar contra las altas temperaturas en época estival.

Es una solución tradicional y económica que confía en la capacidad de auto-regulación térmica de los vegetales para mejorar el bienestar en los colegios. A su vez, esta estrategia permite conquistar nuevos espacios en las azoteas que podrán ser utilizados en el futuro como hedonistas aulas, abiertas a horizontes más extensos de los que ofrece el denso tejido urbano del casco histórico de la ciudad.

‘Agujeros’ es una instalación realizada por Cuartocreciente con la colaboración de Recetas Urbanas y la comunidad del colegio Vélez de Guevara cuya finalidad es romper la tendencia a sellar la superficie de los centros educativos facilitando el contacto con materiales blandos, vivos, performativos. Con este objetivo la intervención articula un protocolo legal y didáctico para agujerear la membrana inerte e impermeable que nos separa del suelo fértil a través de varias jornadas de puertas abiertas, lúdicas y creativas. Una solución que, a su vez, sirve para replantar plantas en las tierras liberadas, recuperando la memoria de los árboles que recientemente fueron talados en contra de la voluntad de la comunidad del centro.

El equipo creativo TNT, que componen Tamara Velasco de Azul Jardines y la arquitecta Teresa Cruz cuentan con la total implicación de los escolares del CEIP Andalucía para recuperar el huerto inactivo del colegio, aumentando su diversidad con flores de diferentes estaciones e instalando un meteorito polinizador u hotel para insectos. Este último se trata de un artefacto con forma de icosaedro poroso que gracias a su relleno con maderas de distintos tipos atrae a determinados insectos polinizadores como abejas, mariquitas o mariposas, que contribuirán a la buena salud del huerto. Esta es una estrategia ecológica que reflexiona sobre la dramática aceleración de la extinción de polinizadores y pretende visualizar los vínculos que entrelazan a nuestras especies en una suerte de destino común.

Seducidos por la investigación ‘NASA clean Air Study’ de 1989 que evidenció cómo algunas plantas de interior pueden realizar una limpieza natural del aire en espacios cerrados, los arquitectos Daniel Montes y José Mora de Studio Wet exploran las potencialidades de las aulas de los colegios para transformarse en jardines exóticamente saludables. A través de varios talleres con los niños y niñas de San José Obrero en los que han aprendido a generar gel para jardinería en lugar de tierra, estos creadores construyen la instalación ‘Atmósferas’, compuesta por unas plataformas plantadas con la especie Hedera Hélix (hiedra) que cuelgan del techo de las aulas con el objetivo de mejorar la calidad del aire. La propuesta plantea diferentes modos de cultivar plantas analizadas por la NASA para mejorar las atmósferas en las clases sin interferir en las funciones didácticas.

Por su parte, ‘Huertos’ es una propuesta de Pepa Gervasini (CENINPA) y el arquitecto Pablo Pardal realizada a través de varias sesiones de trabajo junto a los estudiantes de Formación Profesional Básica del Instituto Salvador Távora. Se trata de un laboratorio de experimentación nutricional que se materializa en la construcción de un huerto formado por cajas de madera sobre ruedas, a modo de huertos móviles, que variarán de ubicación según la estación del año. Paradójicamente este centro es un ejemplo claro de la transformación histórica de la ciudad de Sevilla, donde poco a poco han ido desapareciendo los espacios porosos de cultivo, hasta transformarse todo en una superficie continua e impermeable de cemento y betún. En este sentido, poco se parece Sevilla a la que conoció Murillo, donde aún existían multitud de espacios intramuros destinados a jardines y huertos, como el del convento de San Pablo donde fue bautizado el pintor. Desde esta perspectiva, el instituto Salvador Távora es un espacio perfecto para explorar otros modos de hacer prosperar la naturaleza en lugares donde no se espera.

Estudiante de Periodismo de la Universidad de Sevilla desde hace cuatro años, pero con vocación desde mucho antes, concretamente desde el año 1995. Trabajando para dedicarse a la profesión más gratificante...