En apenas unas horas, Hollywood ha asegurado la pervivencia de tres proyectos capitales para la taquilla de los próximos años. Peter Jackson dirigirá El Hobbit, Zack Snyder se hará cargo de la nueva entrega de Superman, aún sin rostro, y Tony Gilroy hará lo propio con la cuarta de Bourne.
Jesús Benabat. Hollywood se mueve. A falta de esas grandes ideas innovadoras y escurridizas que cada vez con mayor dilación brotan sin previo aviso en la meca del cine occidental, la industria se blinda ante la crisis con la perpetuación de sagas rentables, secuelas y adaptaciones literarias de gran calibre. Y es que si hablamos que tres proyectos, hasta ahora en el aire, de la entidad de El Hobbit, la nueva entrega de Superman y la cuarta película en torno al espía Jason Bourne, han encontrado al fin responsables para su realización, estamos confirmando la supervivencia del sistema en los próximos años a tenor de las previsibles cifras astronómicas de recaudación de las mismas.
La historia de El Hobbit ha sido un arduo camino de obstáculos iniciado por la bancarrota padecida por New Line (productora de El señor de los anillos) a raíz del fracaso comercial de La brújula dorada. Si desde un principio Peter Jackson se erigía como productor y guionista de la adaptación literaria de la obra de Tolkien, las luchas intestinas entre las productoras implicadas, Metro, Warner y New Line, han propiciado un baile constante de nombres en la butaca del director. Guillermo del Toro, el elegido para filmar la colosal aventura fantástica, finalmente se cansó de esperar y abandonó el proyecto y Nueva Zelanda, donde residía con motivo del inminente rodaje. El incendio del material de El señor de los anillos se sumó al cúmulo de desgracias.
Tras su marcha, el proyecto quedó en suspenso y los temores acerca de su final realización no tardaron en llegar. Sin embargo, y después de meses de negociación, en esta semana se anunciará el acuerdo por el que Peter Jackson, el maestro que encandiló a todos con su magna obra, El señor de los anillos, figurará como director de El Hobbit, dividida en dos partes y cuya fecha de estreno (de la primera) se augura para Diciembre de 2012. La película contará con 400 millones de dólares de presupuesto y se rodará en 3D, en los bellos parajes de Nueva Zelanda, con una estética, esperemos, similar a la explotada en la anterior trilogía de Tolkien.
La segunda noticia del día es la elección de Zack Snyder como director de la nueva película en torno a la figura del legendario superhéroe de cómic, Superman. El realizador de cintas de género tan interesantes como Amanecer de los muertos, 300 o Watchmen, contará con el reto de aportar un nuevo aire a una saga que no cosechó el éxito esperado en su anterior entrega dirigida por Bryan Singer. En esta ocasión, deberá buscarse una nueva cara para el rol de Clark Ken, ya que Brandon Routh ha expresado su negativa a volver a las mallas azules. Producirá Christopher Nolan con guión de David Goyer y su estreno se espera para el 2012.
Por último, también hay nuevos rostros en la saga de Bourne. Tras las dos últimas y eficaces entregas de Paul Greengass (El mito y El ultimátum de Bourne), Tony Gilroy será el encargado de salvar el trascendental escollo de la ausencia de Matt Damon como el espía amnésico, el cual se negó a realizar más películas sin Greengass. No obstante, Gilroy, realizador de Michael Clayton y Duplicity, es un gran conocedor del personaje ya que ha figurado como guionista en cada una de las entregas de la saga.
Como podemos ver, los tres pilares de producción hollywoodiense para los próximos años ya tienen director confirmado. Ahora sólo queda esperar a los intérpretes y, como no, que no ocurran desgracias imprevistas.