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Cartelera. En los estertores del verano llegan a nuestras pantallas la nueva aventura adrenalítica de Angelina Jolie, la sangrienta epopeya romana de Centurión, una nueva secuela en 3D y lo nuevo del veterano director francés Jean Becker, Mis tardes con Margueritte.

Jesús Benabat. Parece ser que a la diva de moda, Angelina Jolie, le gusta el riesgo y la velocidad. Ya lo demostró en películas precedentes como Lara Croft (y secuela), Sr. y Sra. Smith o Wanted, y ahora vuelve a repetir en un adrenalítico ejercicio de acción y violencia espectacular gracias a Salt, un cinta concebida para su propio lucimiento en la piel de una agente de la CIA que lucha desesperadamente por demostrar que no es una espía rusa, tal y como la acusa un compañero desertor del servicio de inteligencia.
En la dirección, el veterano Phillip Noyce cambia el clasicismo de sus primeras películas (Juego de Patriotas, Peligro Inminente) por los efectos especiales más innovadores para adaptarse a unos nuevos tiempos en los que ya poco importa la trama argumental en detrimento del icono sobre el que gira la misma, en este caso, Angelina. Sus compañeros de reparto, Liev Schreiber, Chiwetel Ejiofor y  Marion McCorry, actuarán en ese cómodo aunque frustrante segundo plano al que nadie preste especial atención. Salt es Angelina Jolie y eso es lo que promete; acción, efectos especiales y piruetas al servicio de la «reina» de Hollywood.
El joven director británico Neil Marshall no se caracteriza por usar las medias tintas en su cine. Si en Dog Soldiers (2002) una manada de hombres lobos acababa con un escuadrón de soldados, en The Descent (2005) un grupo de chicas vivía una terrorifica experiencia espeleológica en una montaña misteriosa, mientras que en Doomsday (2008) una plaga infecciosa asolaba la isla de Gran Bretaña. En su nueva película, Centurión, parece alejarse de la senda del cine de género para embarcarse en una aventura épica de romanos también ambientada en las islas.
Aunque nada más alejado de la realidad, Marshall no desestima los recursos visuales de crudeza extrema y violencia desmedida para una película cuyo argumento no dista en demasía del de su primera película, en el que un grupo de soldados romanos lucha por salvar sus vidas después de que la legión se vea mermada tras un ataque de la guerrilla local, liderada por la sanguinaria y vengativa Etain (Olga Kurylenko). El resto de la 9º Legión deberá resistir los embites de las hordas salvajes hasta llegar a la frontera, comandados por Quintus Dias (Michael Fassbender). Así pues, épica sin concesiones a los discursos heróicos, esto es un «sálvese quien pueda» en un territorio brutal y hostil en el que no faltarán luchas descarnadas, decapitaciones y otras tantas manifestaciones de cine gore bélico.
Y llegamos a la que sea, probablemente, la apuesta más interesante de la semana, Mis tardes con Margueritte. Jean Becker, su director, es un veterano del cine francés que no se ha prodigado demasiado en sus más de cuarenta años de carrera cinematográfica pero que, paradójicamente, parece estar viviendo una segunda juventud en los últimos años. En 2007 confeccionó un delicioso y sincero discurso sobre la amistad y las raíces provincianas con dos grandes de la interpretación, Danie Auteuil y Jean Pierre Darroussin, en Conversaciones con mi Jardinero; mientras que un año más tarde se metía en la mente de un enfermo terminal con una curiosa forma de comuncárselo a su familia en Dejad de quereme.
Hoy llega a nuestras pantallas su nueva película con Gerard Depardieu como estrella principal dando vida a un hombre sencillo que descubre el mundo de las letras gracias a una anciana muy culta, dando paso a una nueva forma de relacionarse con el mundo y el resto de personas. Una película pequeña en la línea de sus anteriores trabajos en la que el espectador no podrá evitar una dulce sonrisa de gratitud.

Por último, la secuela de Como perros y gatos, ahora en 3D y con el rejuvenecido Chris O’Donnell (ahora en televisión con NCIS) como actor principal en una loca historia de animales para los más pequeños; y la película irlandesa de animación The Secret of Kells, que estuvo nominada al Oscar en la pasada edición.

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