Una manifestación con medio millar de estudiantes recorrió las calles sevillanas hasta las puertas del Parlamento de Andalucía. El objetivo de esta movilización, coordinada estatalmente, era el de conseguir un debate público sobre el Proceso de Bolonia, con el rector de la Universidad de Sevilla, Joaquín Luque.

Ángel Espínola. Los jóvenes sevillanos salieron ayer  a la calle para reivindicar la derogación del denominado Proceso de Bolonia. La movilización respondía al llamamiento de la Coordinadora Andaluza de Estudiantes (CAE) reunida el pasado 28 de febrero. Además, fue una manifestación coordinada a nivel estatal, tras un encuentro en Valencia el pasado mes de diciembre de todos los grupos  de trabajo No a Bolonia del estado español.
A pesar de la difusión y el sobreesfuerzo que hacen los miembros de las diversas facultades de la Universidad de Sevilla (US) y la Pablo de Olavide (UPO) para organizar cada una de las movilizaciones, la respuesta del alumnado no termina de ser masiva. Así, 500 fueron los alumnos que recorrieron desde las 12:00 horas del mediodía, la calle San Fernando, Menéndez Pelayo, Mª Auxiliadora, Ronda de Capuchinos y Parlamento de Andalucía.

Según la CAE, el objetivo de esta manifestación era el de conseguir que, el actual rector de la Universidad de Sevilla, Joaquín Luque, “realice un debate público con el conjunto de la comunidad universitaria  y escuche las protestas de alumnos y profesores”. Un debate que dicha personalidad niega a los alumnos desde hace ya tres años.

En la movilización de ayer también participaron miembros de la Plataforma de Profesores, que en un manifiesto afirmaban que “consideramos que las demandas de los estudiantes movilizados son razonables y deben ser tenidas en cuenta por las autoridades académicas y políticas”. Estos profesores también se oponen al cumplimiento de lo dictado en el Real Decreto 1393/2007 de 29 de octubre, defendiendo que “la dirección actual del proceso no es la deseable y que es necesario un cambio de rumbo, más ahora en los momentos de crisis de los mercados financieros”.

La manifestación transcurrió, como suele ser habitual en el actual movimiento estudiantil, sin incidencias. Se cantaron villancicos, canciones carnavalescas e incluso se bailaron sevillanas ante las puertas del Parlamento de Andalucía. Eso sí, todos los sones musicales llevaban un mensaje de protesta y reivindicación. También hubo un hermanamiento con los mineros de Boliden, que llevan semanas acampando a las puertas del edificio. La Policía Nacional, con un excesivo despliegue, sólo tuvo que ocuparse de manejar el tráfico, cortado durante las más de dos horas que se prolongó la manifestación.

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