'Exitus'/ Escenarios de Sevilla

En la entrada, de 5 a 7 personas fumando, llego corriendo, pensando que voy tarde. No son las 20:55 horas, quedan 5 minutos. En la sala, 6 filas completas. Gente joven y con ganas de teatro. Se apagan las luces y el sonido de un monitor cardiorespiratorio nos hace adentrarnos en la obra.

Carmen S. Cantos. ‘Exitus’ hizo ayer su primer pase en La Fundición, una sala pequeñita cerca Puerta Jerez. La obra comenzaba a las 21:00 horas, y de previa en mi pensamiento llevo que solo dos personas me harán ver la muerte desde cuatro perspectivas tan diferentes como el de una profesión, una enfermedad, una decisión futura o una tragedia.

La sala a oscuras, y acompañando el típico sonido del monitor de las funciones vitales se pronuncia una voz. Nos pregunta cuánto se paga por un día de más vida. Xavi, un empresario de un laboratorio farmacéutico, intenta convencer a un médico para que pruebe su nuevo medicamento contra en cáncer en personas.

Un abogado y un tal señor Asensio.Éste último viene a hacer testamento.Dos maneras más de ver la muerte y la vida. Uno la ve como un documento más, que se firma, se habla hipotéticamente de ellas como si fueran dos teorías matemáticas más. Pero estos conceptos, interiormente, van cargados de experiencias personales y vivencias.

Dos hermanos, Esteban, el abogado y el empresario de laboratorios farmacéuticos, Xavi. La empatía es una de las cosas que ellos no conocen. Esteban no escucha, solo habla y pregunta ‘sin ton ni son’. Vive pegado a un móvil, su vida es el trabajo y los clientes.En cambio su hermano, empieza a parase un poco a pensar en lo que es hoy día de nuestras vidas.

Esteban, como buen abogado,lo único que hace es dar consejos, pero que ni siquiera el mismo escucha. Su hermano, preocupado tras un desmayo intenta hacerle ver que la vida no es solo trabajo, que debe dedicar tiempo a lo que de verdad importa.Y le avisa de unas pruebas que va a realizarse por lo del desmayo.

Hombre, 35 años, casado, con un bebé de dos semanas.Amable, amigo de sus amigos, ha trabajado como controlador en una fábrica.Aprende como un libro abierto,  y le importa mucho la imagen personal. Es flexible y responsable. Pero sobre todo, es serio, serio y serio. Para este trabajo lo va a necesitar. Va a trabajar para los servicios municipales, en el arde la tanatopraxia.

En el trabajo se encuentra con su encargado, un hombre al que le gusta su trabajo y que incluso fue a París ha especializarse.Él ve los cadáveres como personas que no se mueven, como las que te encuentras por la mañana en el autobús durmiendo, pero con la diferencia de que los cadáveres no respiran.

Hay tenemos los puntos de vista, un maquillador de cadáveres, un aprendiz del oficio, un abogado con un hermano empresario que padece una enfermedad irreversible y un señor que quiere hacer testamento.

Con su punto de comediaen un tema como la muerte, también se ve el sufrimiento interno de una persona que se ve muriéndose, el hermano que ve que no puede hacer nada, la tranquilidad de los que trabajan en la funeraria y el señor Asensio que lo ve de forma material, solo para repartir sus bienes.

Tras un funeral, llega el fin y unas cenizas. Aplausos , aplausos, aplausos y el público en pie. Se lo merecen han retratado fielmente la realidad.

Hoy es el segundo pase de esta obra. Espero que en vez de 6 filas completas colgasen el cartel de aforo completo.Es una obra para reir y llorar y pensar un poquito en  nuestras vidas. Es un mero reflejo de las relaciones interpersonales con conocidos y desconocidos en relación a la vida y la muerte.

Como fin, esta frase:

Aprendiz: ¿Sabes? Cuando me muera me gustaría reencarnarme en un cangrejo…

Maestro: ¿ Y eso por qué?

Aprendiz: No lo sé…

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