Durante la mañana de este lunes ha comenzando el montaje de la Feria de Abril de 2023. Se ha colocado el primero tubo de la portada, que formará parte de la estructura del recinto ferial de la edición de este próximo año, que comenzará el 23 de abril.

Una portada regionalista

La portada de la Feria de Sevilla de 2023, está basada en edificios de arquitectura regionalista de referencia como la Plaza de España, obra del arquitecto Aníbal González y Alvarez-Ossorio, o El Teatro Coliseo España, obra de los arquitectos José y Aurelio Gómez Millán.

Para ello, el autor ha elegido dos edificios de carácter monumental de la ciudad, con un doble objetivo: fusionar elementos representativos de ambos sin que se pierda la idea de conjunto regionalista y transformar adecuadamente ambos edificios para que sea una portada de Feria.

De esta manera, la primera impresión visual de la portada no hace fácil, en principio, reconocer los edificios tomados como base del diseño, ya que el autor ha intentado huir de reproducir un mero alzado. Igualmente, se descarta reproducir fielmente el color del característico ladrillo de cara vista tan propio del regionalismo y adoptar el criterio de utilizar colores propios de la feria, como son el ocre del albero, el rojo burladero, el azul y el blanco principalmente.

Los arcos de la Plaza de España

De la Plaza de España, el autor se ha decantado por utilizar uno de los elementos arquitectónicos que más la caracterizan, la arquería de arcos carpaneles que se repite sin solución de continuidad entre las torres y las puertas de los distintos reinos históricos. Con cinco arcos, se ocupa el primer cuerpo de la portada situado entre los dos baluarte laterales, buscando esa repetición de arcos tan llamativa de la Plaza de España.

Se intercala un segundo cuerpo de ventanas, estas pertenecientes al Teatro Coliseo España, que se remata con un tercer cuerpo centrado que se inspira en el remate superior de la Puerta de Castilla y León de la Plaza de España. Para enmarcar el segundo cuerpo, se utilizan las típicas balaustradas de cerámica que también caracterizan a la Plaza de España.

La fachada del Teatro Coliseo España

Respecto a los elementos inspirados en el Teatro Coliseo España, ubicado en la Avenida de la Constitución, se han tomado las fachadas a esta vía  y a la calle Adolfo Rodríguez Jurado como referencia por ser las más significativas en cuanto a decoración. Los ventanales del segundo cuerpo de la portada están inspirados en los situados en la planta alta del Teatro Coliseo España, entre los dos miradores que rematan las esquinas de la fachada con la calle Adolfo Rodríguez Jurado; están formados por parejas de arcos de medio punto con parteluz entre pilastras. La decoración de las enjutas de los arcos y las pilastras son de azulejo trianero pintados por el insigne pintor de cerámica, Enrique Orce. Esta decoración también esta adaptada para la portada de feria.

Los baluartes laterales se inspiran en los miradores de las esquinas de la fachada principal a la calle Adolfo Rodriguez. Están suficientemente transformados para conseguir la idea de torres típicas de las portadas de feria. Los baluartes laterales están divididos en tres cuerpos, uno primero que acoge uno de los elementos característicos del regionalismo, laventana con reja de forja sevillana. El segundo cuerpo acoge otro de los elementos característicos del regionalismo y del Teatro Coliseo, los lienzos de azulejo cerámico pintados por Enrique Orce, que contienen el escudo de la ciudad de Sevilla y el escudo de Ildefonso Marañón, acaudalado banquero que financió la construcción del Teatro. En la adaptación de la portada se ha utilizado el escudo de Sevilla y el NO-MADEJA-DO con decoración propia de la Feria.

El tercer cuerpo es el que representa a los miradores de las esquinas, cubiertos por teja cerámica en colores azul y blanco en cubierta a cuatro aguas o de pabellón, tan típica del regionalismo. El conjunto de la portada se armoniza con friso de metopas para enmarcar los arcos de carpanel, dándole continuidad hasta los baluartes que rodea y destacándolo con el color rojo burladero. Para realzar el mirador del baluarte se realiza una transición con un alero volado a modo de tejaroz.