Una intervención arqueológica ha descubierto que la muralla islámica de la Fundación Alejandro Rojas Marcos de la calle Castelar contaba con una torre que fue destruida en el siglo XX para la construcción del patio de una vivienda, según el informe Intervención arqueológica preventiva. Control del picado del muro medianero de la calle Castelar número 11 al que ha tenido acceso Europa Press, elaborado por los arqueólogos Miguel Ángel Tabales y Cristina Vargas Lorenzo

Tabales y Vargas han denotado la falta de una torre por la disposición de los cajones y en su lugar se encuentra el patio de la vivienda número 11 de la vía sevillana. La eliminación de este trozo de la muralla islámica de la calle Castelar. Estas modificaciones provocaron grandes grietas en la muralla «coincidentes con las separaciones horizontales de varios cajones». Según los arqueólogos autores del descubrimiento, estas grietas aparecieron por el «cambio de presión» que provocó la destrucción de la torre.

La construcción de la muralla es encuadrada por los arqueólogos en el siglo XII, es una obra «presuntamente almohade» y se alza sobre «cuatro bancadas o hilos de tapia». Los investigadores han destacado de esta costrucción su «consistencia» y «la fina selección de la tierra y la diminuta calibración del árido, compuesto por cantos rodados menudos».

Periodista andaluz. @_manuel_RG_ en Twitter.