Benjamin Prado

El poeta ha realizado estas declaraciones dentro del curso ‘Los secretos del cante flamenco. Camarón en el recuerdo’, en la XV Edición de los Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide.

Las influencias del flamenco llegan a la poesía, según ha señalado el poeta Benjamín Prado, quien ha asegurado que se siente influenciado por artistas como Camarón, Enrique Morente, Carmen Linares y Argentina, entre otros. Y no sólo él ha sido influenciado por el flamenco, puesto que Prado ha señalado que “leer a Lorca es estar oyendo flamenco, leer a Alberti en algunos momentos de su obra también es oír flamenco. Lo mismo ocurre con José Bergamín, Salvador Rueda, Fernando Villalón y Félix Grande y otros tantos autores, así que o te llega por un lado o te llega por el otro, pero te llega”.

El poeta ha realizado estas declaraciones dentro del curso ‘Los secretos del cante flamenco. Camarón en el recuerdo’, en la XV Edición de los Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide, en la Sede Olavide en Carmona, donde ha impartido la ponencia “El palo de la poesía”.

Benjamín Prado ha asegurado que Lorca y Alberti recibieron influencias del flamenco y, al mismo tiempo, influyeron en él: “Ellos tenían una influencia, una querencia y un gusto por el flamenco tremendo. Lo trasladaron en algunos momentos a su obra y desde luego son los dos poetas más musicados de la poesía española”.

La poesía “la escribes y ella te escribe a ti, y sobre todo se escribe sola. Empiezas a trabajar en un poema y tienes que comportarte como un carpintero”, ha declarado el escritor Benjamín Prado.

Sobre los poetas actuales y la influencia que reciben, Prado ha indicado que “a Luis García Montero, a Felipe Benítez Reyes y a mí nos gusta el flamenco y hay que conseguir que a los más jóvenes les guste también”. Y ha añadido que “lo que ha pasado es que el flamenco vuelve a estar de moda, mola, está bien, se ha quitado un poco esa imagen que pudo tener durante muchos años, aquella imagen, quizás no del régimen, pero sí la que buscaba la dictadura, de la España de charanga y pandereta. El flamenco es mucho más que eso, es lo contrario de eso y creo que ahora lo que ha pasado es que de un tiempo a esta parte, por el trabajo que han hecho artistas como Camarón, Morente o Carmen Linares, hoy día va uno al flamenco como el que va a la ópera, a un concierto de Rolling Stone o a un museo. Es algo al mismo tiempo vivo y que representa una cultura milenaria”.

Los palos de la poesía de Benjamín Prado son muchos, “afortunadamente”, según ha afirmado: “Yo creo que si una cosa aprende uno del mundo de la música en general y del flamenco en particular es que no hay nada peor que la pureza, que la coherencia, lo unánime. La música está hecha de mezcla, de contagios, de cosidos que no parecerían que iban a hacer pareja y al final surgen cosas maravillosas. De todo eso es de lo que está hecha la música y creo que es una lección buena para todo. Para la vida en general. Todo lo que sea juntar, mezclar, dejar que las cosas se contagien unas a otras, se imanten y se multipliquen por contagio. Me encantaría que mi poesía fuera también así”.

Para Prado, la poesía “la escribes y ella te escribe a ti, y sobre todo se escribe sola. Empiezas a trabajar en un poema y tienes que comportarte como un carpintero. Los carpinteros cuando terminan una mesa luego dicen que le tienen que “dar el acabado” y eso es lo más complejo. Antonio Machado tiene una frase maravillosa que dice: “Hay que conseguir que el trabajo escriba y la inspiración corrija”. Pero la inspiración no viene siempre, hay que trabajar mucho, darle muchas vueltas y llega un momento en el que el poema te dice: “Ya”. Lo expresó bien Juan Ramón Jiménez: no lo toquéis ya más que así es la rosa. Yo tengo que tener esa sensación, puedo estar trabajando ocho años como estuve en ‘Ya no es tarde’ y no tener ninguna prisa para darlo antes de tiempo o publicarlo un año antes o un año después. Tengo que tener la sensación de que cada poema en sí mismo y el libro en general me diga: “No lo toques más que así es la rosa y lo vas a estropear”, ha concluido el poeta.